Un óleo de Picasso, de 1957 y en el que retrata a su última mujer, Jacqueline Roque, se ha convertido -según informa Efe- en el cuadro más caro de la presente edición de ARCO. Si lo desean adquirir, deberán reunir 6,5 millones de euros. Más barata, cinco millones, resulta una escultura de Chillida; mientras que se puede lograr un Kandinsky por 1,5 millones.

Cifras a un lado, en la apertura de ayer, hubo una obra que llamó la atención: "Franco no fue tan malo como dicen". La firma el finlandés Riiko Sakkinen. En ella, se puede ver un retrato del dictador y una relación de cosas que le atribuye Riiko: 280 pantanos, la Seguridad Social, las pensiones, implantar las vacaciones pagadas, inventar la tauromaquia, el calimocho, Gran Hermano...

Por la feria, pasó Ana Esmith con su performance: Miss Beage, una mujer hierática enfadada con el mundo y cargada con la mochila de Glovo!