Nova Galicia de Danza se reinventa con "Son"

“Son” tiene como eje argumental la relación que se plantea entre un escultor y sus obras, en la lucha del artista entre las diversas tradiciones para construir su voz propia, para encontrar su propia corriente creativa y crear sus propias obras, obras que pertenecen, que “son”. Y este tránsito se encuentra Nova Galicia de Danza, que con este nuevo espectáculo inicia una nueva andadura en la que su director y cofundador, Jaime Pablo Díaz, da un paso más en el lenguaje coreográfico y la fusión de la danza tradicional gallega con otros estilos.

“Se puede decir que con este espectáculo la compañía comienza una nueva etapa. Estuve varios años pensando hacia dónde ir y me di cuenta de que todos los espectáculos que habíamos hecho se parecían mucho y quería hacer algo que no se pareciera”, explica.

En “Son”, la danza tradicional gallega se entrelaza con la contemporánea, la española y el flamenco en un montaje protagonizado exclusivamente por bailarines, un proyecto que también llevaba años rondando por la cabeza de Díaz. “El espectáculo tiene esa parte sensible del hombre y la parte también con mucha garra, y con esto es con lo que jugamos”, explica.

Codirigido por Díaz y Carmelo Segura, el espectáculo cuenta con la colaboración del escenógrafo Carlos Rodríguez, las voces del cantaor flamenco Juan Debel y del tradicional gallego Javier Feijóo, alias “Xisco”, que interpretan los temas compuestos para esta obra por Sergio Moure Oteyza, cuya música ejecuta el grupo Cordes del Món.

Según Díaz, este espectáculo es un acercamiento de la danza tradicional gallega al mundo del flamenco y la danza contemporánea, un encuentro que no fue sencillo, reconoce el coreógrafo, que para comenzar a trabajar se planteó la siguiente pregunta: ¿En qué momento comenzaron a distanciarse los distintos estilos?

“Al principio fue complicado encontrarnos. Pero yo siempre digo que todas las tradiciones tenemos algo en común. Lo que hicimos fue comenzar a quitar capas hasta que llegamos a la esencia, a ese punto común y a partir de ahí comenzamos a crear. Fue una experiencia muy bonita porque logramos un espectáculo muy natural y crear un estilo nuevo y diferente”, explica.

“Son” presenta diez piezas, que interpretan cuatro bailarines de danza tradicional gallega -Iván Villar, Francisco Sieira, José Adrián Casal y Ricardo Fernández-, cuatro bailaores -Rubén Puertas, José Alarcón, José Ángel Capet y Alejandro Muñoz- y un bailarín de danza contemporánea -David Vilariño-. “Nova Galega de Danza intenta crear desde sensaciones y lo que siente. Yo recojo de la tradición y me lo llevo a un mundo totalmente diferente. Yo no soy tradicional”, afirma el director de Nova Galega de Danza, que reconoce que, como en el caso del escultor de “Son”, el proceso del coreógrafo con la pieza atraviesa por distintas etapas. “Cuando creas hay momentos maravillosos, otros en los que te quedas estancado y otros en los que es la obra la que te atrapa y te maneja hasta tal punto que no sabes cómo has llegado hasta ahí. Pero lo bonito es dejarte llevar por la obra, saber escuchar para que todas las cosas fluyan”, reconoce.

Nova Galega de Danza fue fundada en 2003. “Alento”, su primer espectáculo, puso el listón muy alto a la compañía, ya que fue finalista de los premio Max de teatro. A este montaje le siguieron “Engado”, “Tradición” y “Dez”, con el que conmemoró su décimo aniversario. Tres años después, y tras la salida de su otro fundador, Vicente Colomer, la compañía regresa con este “Son”, que llegará el próximo 27, a las 20.00 horas, al Teatro Afundación de Vigo.