Delante del cuadro "Pueblo en la montaña", del alemán Arnulf Erich Stegmann, se admira el trabajo minucioso y con detalle del pintor, un artista que muestra su visión naïf de una subida a un pueblo en una colina con sus bancales, edificios e iglesia. El colorido atrae. No solo la belleza de la acuarela engatusa. Cuando Ricardo Charfolé explica que fue pintado con la boca, aquellos a los que nos cuesta dibujar una sencilla flor no podemos más que asombrarnos. Stegmann no descartó las manos para ejecutar la pintura por el azar, sino porque desde los dos años le quedaron inutilizado los brazos a causa de una poliomilitis.

Tanto esta pintura como otras 60 se muestran estos días en Vigo, en la sala de exposiciones 1, ubicado en Policarpo Sanz, 26, en la Exposición Internacional de Pintura con la Boca y el Pie.

Stegmann hacía tarjetas de Navidad sobre madera y fundó la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie en 1957 tras viajar con Europa y conocer a otros 15 artistas con grave discapacidad. El fin era poder vivir de su obra vendiendo los cuadros lo que consiguieron y lo que siguen logrando los socios actuales, cerca de 900 en el mundo.

En estos momentos, tres personas gallegas están becadas por la entidad donde un jurado en Suiza evalúa las obras de los artistas para determinar si reúne la calidad necesaria -que debe ser excelente- para que finalmente sean socios de pleno derecho. Si lo consiguen, reciben un suelo vitalicio por su trabajo artístico, según inforrmó ayer el director de la asociación en España, Ricardo Charfolé.