El malestar de vecinos y hosteleros era palpable ayer en Sabarís. Los residentes en el entorno de la calle Julián Valverde mostraban su indignación por quedarse sin traída de agua durante toda la tarde y la noche, aunque la rotura les afecta en menor medida por producirse en fin de semana.

La peor parte se la llevaron los hosteleros, cuyos negocios se vieron perjudicados. Los trabajadores de la jamonería Fidalgo acudieron a la fuente próxima para almacenar agua para lavar vajillas, cristalerías y cuberterías. Su propietario, Humberto Juanes, se quejaba de la falta de información por parte de la empresa concesionaria acerca del corte de suministro.

Robert Webster, dueño del hotel Arce, con cafetería y peluquería, también se mostraba molesto por lo ocurrido mientras cerraba los baños al público y dejaba de servir cafés y de poner en marcha el lavavajillas: "Tenemos pozo sólo para la lavandería. Nos hemos quedado sin baños ni duchas en las habitaciones. Se nos marchan los clientes".