Un grupo de “cuatro o cinco hombres de entre 25 y 40 años” trae de cabeza a las mariscadoras de Redondela, que desde hace meses ven cómo esta “banda organizada” esquilma los bancos marisqueros de Cesantes y A Portela. Sin tener permiso alguno, los furtivos llegan a la playa enfundados en trajes de neopreno y dotados del material necesario para extraer productos que cultivan las mariscadoras, que ya están sufriendo una campaña escasa debido a las continuas lluvias.
Cuando los furtivos son detectados, huyen y tiran la mercancía antes de que los detengan “con las manos en la masa”, porque sería un delito flagrante. En más de una ocasión han proferido graves amenazas a las profesionales que les reprochan su actividad ilegal en los arenales.
La Cofradía de Redondela hizo esta denuncia ante la evidencia de que, desde el mes de octubre, los bancos marisqueros están siendo esquilmados por personas ajenas a la extracción regulada. El problema va más allá del “furtivismo de bañador” que se da en verano cuando turistas se apropian de marisco en las playas. La vicepresidenta de la cofradía, Nisi Otero, dice que esta supuesta banda de furtivos “no se llevan un puñado para hacer un arroz sino cantidades que superan los cien kilos diarios” provocando pérdidas de miles de euros para las mariscadoras.
En unas declaraciones a Radio Redondela, la vicepatrona explicó que la Agrupación de Mariscadoras cuenta con el apoyo del vigilante de la Cofradía, de los guardacostas y de la Policía Local y Nacional, si bien reconoce que es complicado interceptar a estos furtivos que “a veces se escapan porque saben los caminos mejor que los vecinos”, y actúan igual de noche o de día.
Ante la situación “insostenible” generada por estos furtivos y sus amenazas, las mariscadoras llaman a la ciudadanía a que colabore alertando a las autoridades en caso de detectar a alguno de estos hombres apañando marisco ilegalmente, como lo llevan haciendo “sin pudor” en los últimos meses.