El brote de legionela en la comarca del Baixo Miño se inició hace una semana

Nueve personas se infectaron en A Guarda y una en O Rosal | No hay nexo común entre ninguno de los contagiados | El Sergas analiza las traídas de agua para buscar el origen

Vista de A Guarda.

Vista de A Guarda.

El brote de legionela que se dio a conocer el pasado domingo en la comarca del Baixo Miño llevaba ya varios días latente. Concretamente, según la información trasladada por parte de las autoridades sanitarias al alcalde de A Guarda, los dos primeros infectados se diagnosticaron el pasado miércoles, hace ya una semana. El regidor confirma que los contagiados en el municipio son nueve, uno más que en la última actualización, mientras que en O Rosal, el otro municipio afectado, solo hay una persona que ha dado positivo. El foco por tanto está en A Guarda, pero de momento se desconoce el origen. El Sergas está llevando a cabo una intensa labor de investigación para detectar dónde comenzó todo. Ayer volvieron a revisar las zonas más sensibles del municipio, especialmente las traídas de agua, pero de momento no se ha hallado el origen del foco, aunque ha habido ya rumores de todo tipo.

Lo que sí está claro, después de un estudio de contactos, es que ninguna de las personas contagiadas tenían un nexo común entre ellas. Es decir, ninguno se conocía, lo que puede complicar el análisis epidemiológico de la situación.

Desde los Concellos de A Guarda y O Rosal, lo que están desarrollando de momento es una campaña informativa entre la población con las instrucciones dadas por el Sergas con consejos para evitar el contagio. Entre ellos se encuentran abrir los grifos de poco uso una vez a la semana, desmontar y limpiar con cepillo los difusores de las duchas y los grifos con frecuencia y utilizar alcachofas de la ducha con agujeros grandes.

El Sergas está analizando también la curva epidemiológica, que permitirá definir si el brote se puede dar por finalizado. No obstante, se continúa con la investigación realizada por los expertos en salud pública.

La legionela o legionelosis es una enfermedad de origen ambiental causada por la bacteria Legionella pneumophila –identificada por primera vez en 1976– y que puede manifestarse en distinto grado de gravedad desde afecciones leves que cursan con fiebre hasta algunas formas de neumonía potencialmente mortales. El contagio suele producirse por el contacto con algunas especies de esta bacteria presentes en el agua contaminada o en las mezclas de tierra.

El período de incubación, según los protocolos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica es de 2 a 10 días. Pero reseñan que en algunos brotes se han descrito casos con periodos de incubación de hasta 14 días.

La forma más común de transmisión es la inhalación de aerosoles contaminados que se generan con las pulverizaciones, los chorros y las nebulizaciones de agua contaminada. La infección también puede tener lugar a través de la aspiración de agua o hielos contaminados, sobre todo por parte de pacientes hospitalizados vulnerables. En lo que respecta al tratamiento, especialistas afirman que la infección se combate con antibióticos, siempre prescritos por un médico.

Síntomas

Entre los síntomas más comunes de la legionela están los dolores musculares, dolor de cabeza y tos seca, seguidos de fiebre alta, escalofríos y ocasionalmente diarrea. La alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández, hace un llamamiento a que cualquier vecino que tenga una sintomatología que pueda estar relacionada con una infección por legionela, acuda inmediatamente al centro de salud. “Por lo que nos trasladó la Consellería de Sanidade, la situación está controlada y el brote está vinculado a casos muy concretos, por lo que la población no tiene que estar alarmada”, afirma la regidora.

Seis de los infectados hasta el momento tuvieron que ser ingresados en el hospital, aunque al menos a tres de ellos se les ha dado ya el alta. Ayer la Consellería no trasladó ninguna novedad en cuanto al brote.

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