El mayor molino del Val Miñor era todavía más grande de lo que se creía

Sus tres muelas dieron servicio desde el siglo XVIII hasta mediados del XX a toda la comarca. El de Porto do Molle era el mayor molino tradicional del Val Miñor y funcionaba ininterrumpidamente las 24 horas. Los trabajos de restauración que el Concello de Nigrán ha puesto en marcha con una inversión de 238.370 euros revelan que su tamaño era todavía más grande de lo que se creía. El movimiento de tierras y la limpieza de barro y maleza han destapado una cuarta arcada en la zona del infierno, por donde circulaba el agua, y dos muros de piedra en el exterior con forma de L.

“No había ninguna constancia ni sospecha de la existencia de este cuarto arco de medio punto en el extremo izquierdo, por lo que es de suponer que quedó taponado mucho antes de que se desarrollase el parque empresarial. Lo más probable es que cumpla una función estructural y no que existiese una muela más”, explican desde la dirección de la obra. Los técnicos recalcan además el descubrimiento de dos paredes de piedra, uno perpendicular a la fachada y otro en paralelo, que podrían funcionar como muro de contención.

“Son elementos que suman orixinalidade e beleza a esta infraestrutura, polo que non dubidamos que se deben manter e por en valor”, indica el alcalde, Juan González. De hecho, se intervendrá en la zona verde del entorno, donde los desniveles se adaptarán mediante bancales para permitir contemplar mejor todas las partes del molino.

“Queremos que recolla a tradición muiñeira que pon nome precisamente a este río, o Muíños"

En pleno parque empresarial y en estado ruinoso desde hace más de treinta años, la construcción volverá a funcionar con fines didácticos en un plazo de cinco meses. El objetivo es repararla respetando al máximo su originalidad y ponerlo en marcha mediante la reposición de mecanismos actualmente desaparecidos y la disposición de un nuevo canal hidráulico con circuito cerrado.

La rehabilitación, además de implicar un estudio histórico y control arqueológico, supone reponer y acondicionar la envolvente del edificio, restaurar las infraestructuras hidráulicas y finalmente reponer los elementos existentes de roturación y trituración. En la sala del molino se plantea una intervención mínima instalando una cubierta de madera de castaño como se hacía tradicionalmente con cerchas y correas. En la parte que fue vivienda, donde residía la familia de molineros, se creará una sala de exposiciones o multiusos . “Queremos que recolla a tradición muiñeira que pon nome precisamente a este río, o Muíños, polo que plantexamos unha exposición permanente ao respecto e, por suposto, que poida funcionar para facer muiñadas a modo divulgativo”, añade el alcalde.

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