Las “penlas” emocionan en Redondela

La original danza de las “penlas” centró ayer la apertura de las Festas da Coca con el reconocimiento a la labor de las niñas, así como de las mujeres que las portan –denominadas “burras”–, que hacen posible la conservación de este baile tradicional. Una manifestación cultural única que el Concello de Redondela pretende desde hace años que la Unesco lo declare como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La tarde lluviosa obligó a un cambio de escenario desde la Praza do Concello al Multiusos de A Xunqueira, que se abarrotó para disfrutar de la presentación de las “penlas” con su primer baile. Los actos arrancaron con un concierto de la Orquesta de Saxos y la lectura del pregón a cargo del equipo conocido como As Sarillas, veteranas del club de balonmano SAR. Sus integrantes enviaron un mensaje de ánimo a todas las personas “para que sigan nuestro ejemplo y cumplan sus ilusiones sin importar la edad”, y anunciaron la celebración de un torneo de veteranas el próximo día 17 en Redondela cuya recaudación se donará a la lucha contra la ELA.

A continuación subieron al escenario las “penliñas”, Leire Piñeiro y Elena Iglesias, acompañadas de las “burras”. Uno de los momentos más emotivos se produjo con la despedida de Sonia Carrera Piedras, con su último baile después de trece años realizando esta labor, que será remplazada en esta edición por Miriam Villar Martínez.

Otro de los momentos entrañables de la jornada fue el homenaje a las alfombristas veteranas, en el que se reconoció la labor de tantos años para mantener esta tradición realizada por Carmen Alonso Martínez, Salud Alonso Martínez, Lila Rodríguez Otero, Delia Vilas Barcia, Guadalupe García Díaz, Antonia Fernández Álvarez, María Martínez Fernández y Alejandro Hinrichs Gallego, además del integrante de la Danza de Espadas Rubén González Alfonso.

La jornada continuó durante toda la madrugada con los trabajos de elaboración de las alfombras florales en las calles del centro con la vista puesta en el cielo, pendientes de la situación atmosférica. Las decenas de personas que participan en esta labor artesanal confiaban en que la lluvia respete hoy los tapices de colores para el paso de la procesión.

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