Si algo echaba de menos la parroquia de Camos tras dos años de parón por la pandemia era la adrenalina de sus “autos locos”. Desde el asfalto y desde la barrera. La tradicional Baixada de Carros de Bolas regresó al fin con cifras de récord: más de ochenta bólidos en la lista de participantes, más de doscientos pilotos y ocupantes, más de mil espectadores y velocidades de más de cien kilómetros por hora.
El cambio de trazado del circuito fue todo un acierto y así lo disfrutaron tanto a bordo de los bólidos como entre el público. El desvío de la Rúa San Roque por Xuncido para incrementar la pendiente disparó a los artesanales vehículos hasta la meta como nunca. Eso sí, también se incrementaron en gran medida los trompazos, afortunadamente sin heridas de gravedad. En previsión de ello, la organización hizo acopio de docenas de colchones para colocarlos casi en cada esquina, en cada farola y en cada poste eléctrico.
La imaginación volvió a ser protagonista en la esperada carrera que organiza la asociación Eixo Tolo en colaboración con el Concello de Nigrán. Un dragón rojo con varias cabezas se llevó el primer premio al bólido más original y trabajado, mientras que un temible caballo negro alado logró el segundo. Una reproducción del robot que protagonizó la película Wall-E, de Pixar, fue el tercer clasificado en la lista de mejores creaciones. También hubo un reconocimiento para el vehículo más rudimentario y otro para el primero en estamparse en el descenso.
Diseños creativos aparte, la competición de verdad, la prueba incluida en la Copa España, contó con 30 vehículos federados que se disputaron los mejores tiempos en ocho categorías según sus características en un circuito de gran espectacularidad por su pendiente que aspira a albergar el Campeonato de Europa en dos años.