La situación vivida en Tui este fin de semana entorno a las gasolineras más próximas a la frontera recordaban a las de hace unos meses, cuando, a consecuencia del cierre de fronteras, los vecinos lusos acudían en avalancha a Tui para llenar los depósitos de sus vehículos, así como garrafas para estar surtidos durante una buena temporada. Pero esta vez no ha sido la COVID-19 la responsable de las enormes colas que colapsaron el acceso a las gasolineras tudenses, sino la subida de precios decretada por el Gobierno luso a partir de ayer, lunes, con un incremento de 14 céntimos y 8 céntimos por litro de gasóleo y gasolina, respectivamente.

El aluvión de vehículos portugueses fue de tal calibre que incluso llegaron a “secar” una de las principales gasolineras low cost de Tui, la del Outletui, que el domingo por la tarde tenía colgado el cartel de “sin gasolina por restricciones de suministro”.

La procesión de vehículos lusos a Tui comenzó ya el viernes, y a en algunos momentos del fin de semana incluso llegaron las colas hasta el viejo Puente Internacional, en el caso de la estación Otamar, la más próxima a la frontera. En el caso de las dos nuevas gasolineras low cost de Areas, los coches llegaban hasta la rotonda del polígono; y en la del Outletui, colapsaron el acceso al centro comercial. Las colas se agravaron no solo por la afluencia masiva de vecinos lusos, sino también porque pocos eran los que solo llenaban el depósito. Lo habitual era ver como llenaban garrafas, pues la diferencia de precios es considerable. En Portugal el litro de carburante supera ya los 2 euros, mientras que en una de las gasolineras tudenses el gasóleo estaba a 1.637 euros y la gasolina, la de 95, a 1,689 euros.

Con todo, la subida desproporcionada del combustible en la última semana motivada por la invasión rusa en Ucrania también ha afectado a España. Hace solo dos semanas, en las mismas gasolineras tudenses, el precio del litro de combustible estaba 20 céntimos más barato.