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El futuro Paseo Pinzón de Baiona tendrá un bar con terraza y costará 1,8 millones

El proyecto contempla renovar el relleno y dotarlo con una cámara de aire para acabar con los hundimientos del terreno | La superficie será de hormigón pulido coloreado

La acción del mar ha provocado hundimientos en el Paseo Pinzón, que será rellenado y pavimentado con hormigón pulido. | // RICARDO GROBAS

Una nueva terraza para disfrutar de las vistas al Atlántico completará el emblemático Paseo Pinzón. Es la principal novedad que plantea el proyecto de reforma integral de uno de los espacios públicos más amplios de Baiona. El estudio FQP Arquitectos –integrado por Salvador Fraga, Javier García Quijada y Manuel Portolés– ultima los detalles de la propuesta técnica que calcula el importe de las obras en 1,8 millones de euros.

Es uno de los proyectos estrella que el gobierno de Baiona pretende dejar finalizado antes de que finalice el mandato en 2023 y lo presentará a la convocatoria de fondos europeos de recuperación de este mismo año para la sostenibilidad en destinos turísticos. El alcalde, Carlos Gómez Prado, confía en lograr la financiación para iniciar los trabajos el próximo año.

El tripartito considera urgente actuar en este recinto peatonal de algo más de 6.000 metros cuadrados para frenar el hundimiento del terreno que se agrava tras más de cuarenta años de acción del mar sin mantenimiento. Para consolidar la plataforma, los arquitectos plantean renovar el relleno. Habrá que retirar el obsoleto pavimento actual, excavar dos metros e instalar una capa de geotextil impermeabilizante. Sobre ella se extenderá una capa de piedra machacada y arena prensada para facilitar el drenaje y se dispondrá una cámara de aire que ayudará a sostener y estabilizar el suelo, indica el regidor. La solución responde al estudio geotécnico realizado en la zona, que dejó claro el deterioro del subsuelo.

Cambio total

La transformación en superficie será total. Las baldosas serán sustituidas por hormigón pulido, “con dibujos de distintos colores”, y se habilitarán zonas verdes y de juegos para el disfrute de los más pequeños. Junto a una de ellas se situará el establecimiento hostelero, sobre una plataforma de madera. “Será de planta baja, acristalado y totalmente integrado en el paisaje”, afirma el alcalde. Su explotación se sacará a concurso, como ocurre con los chiringuitos de playa o el restaurante de la estación marítima.

La iluminación también será de vanguardia, con luces LED a lo largo del muro junto al mar, para evitar la contaminación lumínica y con menos mobiliario urbano. “Nuestro balcón al Atlántico será una zona lúdica más accesible y moderna, para disfrutar no solo en verano, y con muchos menos costes de mantenimiento”, destaca Gómez Prado.

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