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Un pub de Tui cierra "por responsabilidad" tras aglomeraciones de jóvenes en el exterior

Aglomeraciones en el exterior del pub tudense.

Este fin de semana era muy esperado por el sector del ocio nocturno. Porque por primera vez pubs y discotecas pudieron abrir tras casi más de un año cerrados por las restricciones del COVID. Todos los ojos estaban puestos en estos locales, en si cumplían o no las medidas para evitar los contagios. Pero también en las calles. Y ha sido precisamente en el exterior del pub Licuore, en el casco histórico de Tui, donde se vieron el pasado sábado imágenes muy preocupantes. Aglomeraciones de jóvenes y falta de distancia social. Y, en algunos casos, también chavales haciendo botellón. Muchos de ellos estaban en la cola para entrar al Licuore, uno de los establecimientos de ocio nocturno más emblemáticos de Tui.

“Podemos controlar lo que pasa dentro del establecimiento, pero no lo que pasa fuera, en la entrada, y nuestro local confluye por una calle muy estrecha. No queremos poner en riesgo todo el trabajo realizado tanto por el sistema sanitario como por nosotros, y por eso decidimos cerrar, al menos hasta que la pandemia esté completamente controlada y, sobre todo, hasta que los veinteañeros, el grupo de edad más habitual en nuestro pub, estén vacunados”, explica Aitor Bouzada, propietario de Licuore. El cierre, por tanto, se realiza “por responsabilidad”. “Queremos abrir con todas las medidas de seguridad tanto dentro del local como fuera, y ahora mismo no podemos controlar esas aglomeraciones en la entrada. Porque insistimos en que nosotros no vamos a ser un problema, sino parte de una solución”, afirma Bouzada.

El propietario de este establecimiento de ocio nocturno salía a cenar a un restaurante de la zona el pasado sábado a las nueve de la noche. Y comprobó que ya había una importante cola para acceder al pub, pese a que no abría hasta las 23.00. Las aglomeraciones en los aledaños se mantuvieron durante prácticamente toda la noche, por lo que a la 01:45 de la madrugada, los propios responsables del Licuore decidieron desalojar el local para “evitar problemas mayores”. Las colas llegaron a ser de doscientos metros y ocuparon buena parte de la calle Entre Fornos.

Facturación al 50%

Con las restricciones actuales, especialmente por las limitaciones de aforo, el dueño de este emblemático pub del casco vello tudense explica que la facturación se sitúa en torno a un 50% respecto a antes de la pandemia. “No me compensa. Y no puede que veamos colas de doscientos metros de chavales todos ellos pegados y sin distancia de seguridad”, explica.

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