Mondariz-Balneario fue durante 33 años el remanso estival de la genial escritora Emilia Pardo Bazán. Una enfermedad hepática fue lo que unió a la condesa con la villa termal, que se convirtió en su residencia de verano desde 1887 hasta 1920. ¿Quién le recomendó venir al Balneario de Mondariz? Esa es una incógnita que ni siquiera Ceferino de Blas, exdirector de FARO y autor de Emilia Pardo Bazán en el País de las Rías, ha logrado resolver. En lo que sí ha indagado De Blas es en la pegada que la escritora dejó en la localidad y que recoge en el libro que inspira la exposición itinerante inaugurada ayer por parte de FARO en los jardines del Gran Hotel de Mondariz-Balneario con motivo del centenario de la muerte de la autora de Los pazos de Ulloa, con la colaboración de la Diputación de Pontevedra.
“El vínculo de la condesa con Mondariz-Balneario es estrechísimo y comienza cuando llega en 1887 a tomar las aguas”, comienza explicando De Blas. Desde entonces, la villa se convirtió en el Vichy español de Emilia Parado Bazán, y así llegó a referirse a Mondariz-Balneario, que citó hasta en una treintena de veces en sus escritos. “No es cual otros balnearios que he visitado”, decía la novelista, que dejó su firma en el libro de honor del emblemático establecimiento al que acudía la flor y nata de la sociedad española y portuguesa. Una rúbrica que todavía se conserva y que “me emocionó poder verla”, confesó ayer la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, en la inauguración de la muestra.
De Blas: "Su vínculo con la villa comienza cuando llega en 1887 a tomar las aguas"
Pero las aguas mineromedicinales de Mondariz no fueron lo único que encandiló a Pardo Bazán. Aquí hizo buenas amistades y desarrolló su faceta periodística colaborando con la revista Mondariz y el suplemento La Temporada, publicaciones en las que se incluían informaciones locales, de salud y artículos de todo tipo. Además, uno de sus más queridos amigos fue el médico y fundador del Balneario de Mondariz, Enrique Peinador, que solía acompañarla en sus viajes y excursiones durante su estancia en la villa. Algunas de estas salidas se produjeron dentro de la propia comarca, como al Castillo de Sobroso o al santuario de A Franqueira. “Hay quien dice que también se bañó en el río Tea”, destacó Carmela Silva.
Al margen de su estrecho vínculo con la villa termal, entre las múltiples facetas de Emilia Pardo Bazán, la presidenta de la Diputación alabó su lado feminista. “Tenemos que reivindicar a todas las mujeres excepcionales como Emilia Pardo Bazán, que defendía nuestros derechos y denunciaba las injusticias”, proclamó Carmela Silva, recordando que la gallega fue la primera mujer en hablar en público en la Universidad Sorbona de París.
Lorenzo: "Pardo Bazán fue una mujer importantísima para Mondariz"
Por su parte, el exdirector de FARO y cronista oficial de Vigo, Ceferino de Blas, acentúa su faceta como escritora y novelista. “Entre las grandes novelas de la literatura española están varias de Pardo Bazán, pero su obra culmen fue Los Pazos de Ulloa, obra que la hace a ella uno de los personajes más importantes de este país”, valora De Blas.
Tanto su legado feminista, como su talento con la pluma y su estrecho vínculo con otros municipios del “País de las Rías”, como así bautizó a la provincia de Pontevedra, están explicados en esta exposición itinerante conformada por 13 paneles ubicados en los jardines del Balenario, por donde Emilia Pardo Bazán paseó junto a Benito Pérez Galdós.
Gracias al exhaustivo estudio de investigación y documentación del exdirector del decano, Ceferino de Blas, FARO y la Diputación de Pontevedra han podido desarrollar este proyecto cultural que ya ha pasado por Pontevedra, Vigo y Lalín. Ahora es el turno de Mondariz-Balneario, lo cual es todo un “regalo” para el alcalde del municipio José Antonio Lorenzo, que todavía recuerda cómo de niño los intelectuales de la época le contaban historias sobre la célebre escritora. “Fue una mujer importantísima para nosotros”, valora el regidor, que hace suyas las palabras de Pardo Bazán: “Mondariz cura los estragos del pensamiento y los males de la civilización”.
