Las quejas de los vecinos de Vilar de Infesta por la polémica reforma del último tramo Estrada do Galleiro (EP-2906) parece que no afectarán al proyecto que desarrollará la Diputación. Este modelo, calificado por el organismo provincial como de “movilidad segura y sostenible”, acaba de recibir un nuevo aval internacional. Se trata de la concesión de una importante partida de fondos europeos Feder, que reconocen esta actuación para mejorar la seguridad vial en la carretera EP-2906 (Os Valos-Guizán) como un proyecto singular para favorecer el paso a una economía baja en emisiones de carbono.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica, confirma la concesión de esta subvención, que tiene un importe de 257.480 euros, lo que supone el 80,4% de los 320.000 en que está presupuestada la obra.
"Espaldarazo europeo"
El diputado Carlos Font expresó ayer la satisfacción del gobierno provincial por este “nuevo espaldarazo europeo” a su modelo de movilidad. “Tanto es así que van a financiar la actuación casi en su totalidad”, señaló Font, que se preguntó “dónde quedan ahora las críticas y acusaciones del PP respecto a un proyecto espectacular y una obra que se demuestra que es de primera”.
La actuación en esta carretera provincial supone su transformación integral, con la reordenación de la circulación peatonal, ciclista y del tráfico de coches camiones. Los trabajos afectan a un tramo de 740 metros del total de 2,9 kilómetros que tiene la Estrada do Galleiro (EP-2906), y que conecta la carretera PO-2602 con el aeropuerto de Peinador y la N-550 (Redondela-Porriño). Se trata de un tramo con bastante densidad de viviendas, de manera que esta actuación integral busca mejorar la seguridad, promover una movilidad urbana sostenible para favorecer el transporte ciclista y peatonal y reducir las emisiones de carbono.
La actuación reducirá la velocidad del tráfico a 30 kilómetros por hora, mejorando las condiciones de seguridad de los peatones, y también reducirá los niveles de ruido, gases de efecto invernadero y emisiones de CO2.
Sin embargo, la asociación de vecinos de Vilar, que lleva seis años reclamando una urbanización con aceras a ambos lados –iguales a las que se construyeron en las fases anteriores–, no aceptan este proyecto ya que solo contempla una senda para peatones y ciclistas de 2,5 metros de anchura en uno de los laterales.