La ola de humanizaciones que el Concello de Gondomar ha emprendido para transformar el centro urbano continuará por la Praza Rosalía de Castro. El gobierno municipal ha encargado un anteproyecto de humanización del espacio ubicado en las inmediaciones del mercado de abastos. Se trata de dejar el entorno sin coches: sin tráfico rodado ni aparcamiento. “Lo que queremos es un lugar de encuentro vecinal”, resume el alcalde, Paco Ferreira.

“No queremos que Rosalía de Castro sea tan árida como A Paradela, queremos arbolado, sombra y mobiliario para disfrutar cómodamente al aire libre”, señala Ferreira.

La redacción del borrador, que aspira a las subvenciones del Plan Ágora de la Diputación, coincide con el proceso de contratación de la obra de peatonalización parcial del tramo pendiente de la céntrica Rúa Manuel Alonso. Una calle casi libre de circulación rodada que servirá de conexión entre las dos grandes plazas humanizadas del centro: la de A Paradela y la de Rosalía de Castro, dos espacios completamente diferentes. “No queremos que esta sea tan árida como A Paradela, queremos arbolado, sombra y mobiliario para disfrutar cómodamente al aire libre”, señala Ferreira.

1.591 metros cuadrados

La obra afectará a los 1.591 metros cuadrados que actualmente se utilizan como aparcamiento. El gobierno municipal redactará el proyecto definitivo en cuanto disponga de la ayuda provincial y su intención en realizar la obra antes de que finalice el mandato en 2023, con un presupuesto estimado de 700.000 euros, indica el alcalde.

El proyecto eliminará las cuarenta plazas de estacionamiento, cuestión que “no será un problema”, a juicio del regidor, ya que, recuerda, “hemos creado un parking justo al lado y, aparte de las bolsas de aparcamiento disuasorio que tenemos por el centro y la que vamos a crear junto al centro de salud, estamos buscando más alternativas”.

La circulación rodada se desviará hacia el río Miñor, por donde se encuentra el aparcamiento habilitado a pocos metros hace dos años en dirección a la zona del antiguo matadero, explica Ferreira.