El IES de Chapela ha recurrido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para denunciar la situación en la que llevan padeciendo desde hace treinta años por el exceso de ruido en las aulas por la cercanía de la autopista AP-9. Un problema que se agravó hace tres años desde la ampliación de esta vía de alta capacidad con nuevos carriles laterales, que se sitúan a escasos metros del edificio educativo.

Los profesores y alumnos deben soportar el ensordecedor ruido del tráfico de vehículos a la espera de que la empresa concesionaria, Audasa, y las administraciones políticas decidan instalar las pantallas acústicas que las parroquias de Chapela, Trasmañó y Teis llevan reivindicando durante tres décadas.

Una docente del instituto, Teresa de la Cuña, trabajó en un texto en inglés que ya está en manos del organismo de la ONU especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en salud. El escrito fue dirigido a la doctora Dorota Jarosinska, quien trabaja en el Centro Europeo de la OMS para el Medio Ambiente y Salud en Bonn, liderando un programa sobre exposiciones y riesgos ambientales con una cartera diversa que abarca temas ambientales relevantes para la salud como el ruido.