Mangueras y desinfectantes se apoderaron ayer del casco histórico baionés y del muelle y paseo de Panxón para desempolvar y desinfectar las terrazas, sin tropezarse con el trajín de carritos cargados de cajas de bebidas y alimentos. Nada que ver con las calles vacías y grises de los últimos cuatro meses de cierres hosteleros y perimetrales intermitentes que se convirtieron en continuos para buena parte de los negocios de hostelería. El alivio de las restricciones devuelve hoy la vida a los dos polos turísticos de la comarca miñorana y los preparativos de los más de 200 bares y restaurantes de la comarca centraron la jornada. A la buena nueva de la reapertura suman la del tiempo. Se espera un fin de semana primaveral y algunos de los teléfonos no paran de sonar para reservar mesa para el sábado y el domingo.

Los inviernos siempre son duros en ambos puntos del litoral miñorano y muchos de los locales aprovechan para cerrar un mes por vacaciones y centrar su actividad en los fines de semana. La pandemia ha convertido el de este año en pesadilla. Sobre todo en Baiona. La localidad lleva aislada desde principios de noviembre. El primer cierre perimetral de la almendra de Vigo la dejó sin visitantes de la ciudad ni tampoco de los municipios vecinos. Luego llegó el confinamiento individual del municipio el 17 de diciembre y, con las navidades a las puertas, el 50% de la hostelería bajó la persiana hasta nuevo aviso.

"Con muchas ganas pero con incertidumbre"

La práctica totalidad del centenar de negocios del sector vuelven hoy “con muchísimas ganas” después de casi cuatro meses sin actividad en algunos casos, pero “también con mucha incertidumbre”. explicaba ayer Pilar Palmou desde el Pazo de Mendoza, cuyo aforo se reduce a 43 personas con el 30% de limitación en el interior y el 50% fuera. “No es lo mismo que después del primer confinamiento del verano. Empezábamos con más esperanza porque pensábamos que esto era algo pasajero pero ahora no sabemos lo que puede venir todavía”. Pero seguir cerrados no es una opción. “Por lo menos esto nos ayudará a pagar a los empleados, el alquiler y los recibos”, comenta. Y las reservas levantan el ánimo. “Abrimos mañana sábado y tenemos ya tres mesas ocupadas”, señalaba ayer.

Preparativos para el regreso en La Boquería, la mayor terraza de Baiona.

A unos metros al sur se encuentra la terraza más grande de la villa. La Boquería tiene 30 mesas en la terraza y puede servir en la mitad. Con un pronóstico de tiempo apacible, su propietario, Suso Méndez, espera un fin de semana de actividad “razonable”, pero lamenta la limitación horaria hasta las 18.00. “Imagínate la cantidad de gente que puede estar paseando a esa hora. A las 20.00 sería una hora prudente para todos pero nos toca respetar las decisiones sanitarias”. El negocio lleva 4 meses cerrado. “Nos marchamos de vacaciones el 2 de noviembre, el 4 llegó el cierre perimetral de la almendra de Vigo y Baiona se quedó sola ante el peligro. Ya no abrimos más hasta mañana [por hoy]”.

En Panxón, la estampa era muy similar ayer. Las restricciones obligaron a cerrar en noviembre, dieron tregua en diciembre y parte de enero, pero la prohibición de servir en el interior los llevó a cesar la actividad a prácticamente los prácticamente los 23 locales de la zona costera de Nigrán. La mayoría disponen de amplias terrazas por lo que ven con “cierto optimismo” el regreso. “Esto empieza a ser viable pero tampoco podemos pensar que va a durar porque en cualquier momento nos vuelven a cerrar”, explicaban ayer un grupo de hosteleros en el paseo.

OValmi asesora los hosteleros a la hora de reclamar indemnizaciones por los cierres

La Asociación de Empresarios OValmi ha puesto a disposición de sus socios del sector hostelero sendos servicios de asesoría legal y económica a los que acudir a la hora de realizar reclamaciones administrativas o por la vía judicial por los daños y perjuicios que les han generado los cierres decretados por la Xunta para frenar la evolución de la pandemia. Tras la toma de contacto de los directivos con el abogado y el perito económico el colectivo, recomienda a los afectados revisar las pólizas de seguros, ya que algunas incluyen el cese de actividad como indemnizable. Ante cualquier duda, los interesados en hacer uso de estos servicios pueden ponerse en contacto con la asociación.