La arquitecta Estefanía Grandal Leirós, cuyo estudio se encuentra en Porriño, definió ayer como un reto el diseño de la Escuela Infantil de A Veigadaña, que realizó junto a, los también arquitectos, Juan Prieto y Faustino Patiño, y que logró el Premio Galego de Arquitectura 2020, dotado con 6.000 euros, dado a conocer el miércoles.

El proyecto fue encargado por el Concello de Mos y financiado por el Consorcio Galego da Igualdade.

“Nos encontramos con un reducido presupuesto, corto plazo de ejecución disponible, una parcela desigual y un terreno que sufría inundaciones y buscamos la mejor solución para encajar todas las necesidades de una escuela infantil funcional”, explica.

Así surgió una escuela circular, elevada sobre el terreno, que es una estructura metálica atornillada sobre la que se disponen perfiles metálicos grecados y una cubierta deck ligera. La fachada se conforma con chapas metálicas onduladas y grecadas que se microperforan en el patio y ante los huecos que se abren al paisaje circundante, permitiendo la visión desde el interior, pero garantizando confort, privacidad y seguridad en todo tipo de circunstancias.

La obra se fusiona con el paisaje y a la vez con la temática industrial del polígono industrial que les inspiró “y nos llevó a explorar el lenguaje y materiales de las naves industriales próximas para proponer una pieza que fuese capaz de dialogar con lo existente y, simultáneamente, señalarse como un elemento singular y equipamiento de servicio comunitario”.