El incremento del mal olor que emana de la fábrica de harinas de pescado Aucosa, ubicada en zona portuaria entre las parroquias de Chapela y Trasmañó, ha llevado al Concello de Redondela a tomar medidas “más que administrativas” con el envío de un oficio a la Xunta que avisa de las posibles consecuencias de su “conducta omisiva” en el control de la autorización ambiental que otorgó a la empresa.

La gota que colma la paciencia del gobierno local es la expansión de la pestilencia provocada por la materia prima que se acumula en la factoría. En los últimos días el olor nauseabundo que sufren los vecinos próximos llegó a la villa de Redondela y antes, al barrio de Teis.

El concejal de Medio Ambiente, Roberto Villar, explicó ayer en un encuentro en las inmediaciones de Aucosa que esta empresa “incumple reiteradamente la autorización ambiental” tal y como se acredita en numerosos informes, y pese a los avisos a la Xunta para que vigile y sancione a la harinera, “su inactividad nos lleva a advertirle de la responsabilidad por conducta omisiva”, en un oficio elaborado por los servicios jurídicos municipales.

La alcaldesa Digna Rivas añadió que pese a haber mantenido varias reuniones con la Dirección Xeral de Calidade Ambiental, las quejas por la contaminación de Aucosa reciben “el silencio por respuesta”.

La fábrica obtuvo autorización ambiental para reformar sus instalaciones con el objetivo de reducir las emanaciones. Las obras debían haber acabado el 30 de noviembre pero no lo hicieron, mientras sigue la producción y el olor pestilente.