Cuando el COVID lo permita la gente querrá volver a reunirse, a hacer fiestas, celebrar seráns y magostos. En Luneda, los y vecinos que quieran hacerlo podrán usar en los meses más duros de invierno un área recreativa de la plaza de San Roque que el Concello acaba de cubrir con apoyo de la Diputación de Pontevedra.

Se trata de una obra sencilla que llena un vacío en esta zona rural donde en el invierno, o en el más duro calor de verano, el vecindario no tenía un lugar de cobijo cubierto o semicubierto. Este tipo de espacios son muy demandados en el rural incluso para que personas mayores puedan sentarse a conversar y por esa razón el vecindario estaba preocupado por el retraso de las obras, previstas para 2019, y que habían sido comprometidas por el anterior gobierno municipal.

Las obras han supuesto una inversión de más de 26.000 euros y comenzaron e 17 de noviembre, subvencionadas al 100% dentro de la Línea 1 del Plan Concellos del Servicio de Cooperación de la Diputación de Pontevedra 2018/2019.

Consistieron en colocar una techumbre a la zona de servicios de la Plaza, con el objeto de mejorar su uso en las celebraciones vecinales. Fue construida una estructura mixta formada por pilares metálicos y estructura de cubierta en madera de roble autóctono, reforzada con teja curva cerámica de color rojo a dos aguas, con una estética similar a la de los viejos lavaderos que servían para lavar y como punto de reunión, en algunas ocasiones.

Explican desde el Concello de A Cañiza que el proyecto inicial no contaba con la autorización de Patrimonio de la Xunta de Galicia como así se le comunicó al Ayuntamiento en resolución de marzo de 2019. Para continuar con el expediente fue necesario replantear un nuevo proyecto y solicitar de nuevo a la Dirección Xeral de Patrimonio una nueva autorización. Además, no se había solicitado el informe sectorial de la Confederación Hidrográfica por encontrarse la Plaza en zona de afectación de la Regueira do Acival, según informa el Concello en una nota informativa con la que justifica el retraso en la realización de las obras.

Añade que después de varias reuniones del alcalde, Luis Piña, con los técnicos de Confederación y contestados a todos los requerimientos, también se consiguió autorización desde el organismo con fecha de octubre. A continuación se inició el expediente de contratación y adjudicación y el 17 de noviembre comenzaron los trabajos.