De camión, de moto, de coche... decenas de neumáticos yacían desde hace décadas en los bordes del Miño, muchos de ellos de difícil acceso, a la altura de Arbo y Melgaço. Aunque es muy probable que muchos continúen aún depositados en el fondo del río, desde hace días son bastantes menos las ruedas que afean y contaminan el cauce fluvial gracias a una iniciativa altruista de 6 colectivos y empresas de Arbo y Melgaço. Una veintena de voluntarias y voluntarios se sumaron a una jornada dominical de limpieza, a lo largo de casi 8 kilómetros, para retirar basura acumulada en el entorno del Miño.

Subidos en balsas y valiéndose de palancas y paletas para arrancar los más enraizados , lograron retirar 61 neumáticos; decenas de kilos de caucho que un camión de la Câmara Municipal de Melgaço trasladó después a una planta de gestión de residuos. Arbenses y melgacenses erradicaron también plásticos, hierros y muchas mascarillas del Sendero de Pescadores.

La necesidad de retirarlas carcomía desde hace años a los colectivos de Arbo y Melgaço que sienten y viven el Miño con especial sensibilidad. A Máis Monte, como principal impulsor, se sumaron las asociaciones de pescadores A Batela, de Melgaço y O Trabadoiro, de Arbo. También fueron claves las empresas de actividades en aguas bravas de Arbo, Arrepións y Vaguada Aventura. Su implicación permitió llevar los neumáticos más inaccesibles del agua a la orilla. El todoterreno del albergue rural O Coto, facilitó el traslado.

“Levabamos anos querendo facelo e por fin conseguimos cadrar” explica Anxo Piña, de Máis Monte, quien indica que retiraron “rodas de camión que, polo modelo, levaban varias décadas no río”.

Pescadores de Melgaço también se sumaron. “Era convinte retiralos para evitar residuos nas nosas redes e tamén a nivel estético das pesqueiras” señala Diogo Castro, de A Batela.

Desde la asociación de pescadores O Trabadoiro, de Arbo, apuestan por “a conservación e divulgación do patrimonio material e inmaterial relativo ao río Miño e as pesqueiras, polo que, como non podía ser doutro xeito, aportamos o noso gran de area a esta iniciativa para incrementar a concienciación ambiental” relata su secretario, Florencio Gago.

Las dos empresas arbenses dedicadas a la práctica de rafting y kayak en el Miño pusieron medios materiales. “Los residuos que estaban a la vista en este tramo se eliminaron, ahora que se mantenga limpio dependerá de la concienciación de la gente” explica Ricardo Aparicio, gerente de Arrepións.

En un punto concreto de la orilla portuguesa se almacenaban tantos neumáticos que ya formaba parte de los descensos por el Miño guiados por Mito Moure, de Vaguada Aventura. “Solía pedirles a los participantes que cerrasen los ojos antes justo de ese punto y al llegar a él los abriesen para causarles impacto y dejar en ellos esa semillita de concienciación de respeto al río y al medio ambiente” explica Mito.

Todos los participantes se comprometieron a repetir esta labor el próximo año e involucrar, incluso, a más colectivos y voluntarios.