El nuevo edificio multiusos de la parroquia redondelana de Trasmañó, creado tras la reforma integral de las instalaciones del antiguo colegio, arranca con polémica. Los distintos colectivos sociales de la zona -Asociación de Vecinos, Comunidad de Montes, Asociación Cultural y Comisión de Fiestas- exigen a los responsables municipales la convocatoria urgente un Consello Parroquial para que, de forma consensuada, se acuerden los distintos usos que debe tener el edificio.

Los representantes de los colectivos, que ayer se reunieron ante el inmueble, consideran que las nuevas instalaciones socioculturales deben destinarse, en primer lugar, para su disfrute por parte de los vecinos de la parroquia, como se les prometió a la hora de abordar el proyecto de reforma de las viejas instalaciones escolares.

En este sentido afirman que no les parece acertado que el gobierno local "adopte decisiones sobre la utilización de este edificio que nada tienen que ver con lo que estaba acordado con anterioridad", e insisten que el Consello Parroquial debe ser el órgano donde se tomen esas decisiones.

Otra de las cuestiones que debe resolverse es el uso de la pista deportiva situada en la zona trasera del edificio, que correspondía al patio de recreo del antiguo colegio. "Esta zona debe abrirse ya para que puedan jugar los niños de la parroquia, puesto que se trata del único espacio deportivo con el que cuentan y no tiene sentido ni explicación que se mantenga cerrado", señalan los responsables de los colectivos socioculturales.

Por último, insisten en que el edificio se use "para lo que se acordó", que se organice su horario de apertura y las actividades que albergará "para que desde las personas mayores a los más pequeños puedan disfrutar de estas instalaciones sin que su apertura se demore durante más tiempo", puntualizan.

El gobierno local había justificado la recuperación del antiguo colegio de Trasmañó, tras años de abandono, como centro comunitario para los vecinos de la parroquia. Tras ser sometido el edificio a una reforma integral con una inversión superior a los 150.000 euros, se anunció como un centro "dinámico y vivo" donde asociaciones y colectivos -con preferencia a los de la propia parroquia- pudieran desarrollar todo tipo de actividades.

El inmueble cuenta con dos plantas y en su interior dispone de cinco aulas, una de ellas de grandes dimensiones, un almacén y tres baños, uno de ellos adaptado.