La Asociación Lazoiro ha denunciado ante Patrimonio el uso de maquinaria pesada en el entorno del Castillo de Santiago de Aytona, en Salvaterra de Miño. El fuerte, declarado Bien de Interés Cultural, se remonta al siglo XVII y consiste en una fortificación abaluartada realizada en tierra y situada en la zona de Casal. Patrimonio ya investiga los hechos, pues tal y como aseguran desde la Asociación Lazoiro, las obras han ocasionado daños en la fortificación.

La Asociación tuvo conocimiento de los trabajos hace una semana. Estos consistían en el movimiento de tierras, talas de árboles y levantamiento de un muro de grandes dimensiones. Las obras ya han sido paralizadas, tal y como aseguran desde el Concello de Salvaterra. Con todo, cabe recordar que la fortificación en cuestión se encuentra en unos terrenos de propiedad privada.

Esta no es la primera vez que la Asociación Lazoiro se interesa por el fuerte de Santiago de Aytona, sobre el cual denuncian que se encuentra "en un estado de abandono por parte de la Administración y sin ningún tipo de señalización". En este sentido, consideran que, si se señalizase debidamente "podría ser usado para fomentar el turismo y poner en valor nuestro patrimonio", pues no hay que olvidar que se trata de un elemento declarado BIC. Con este objetivo, la asociación lleva años solicitando su señalización, y mismo formalizó hace meses una queja ante Patrimonio, "que hizo caso omiso de nuestras advertencias", lamentan.

Aunque dicha fortificación es poco conocida, fue un actor importante en la Guerra de la Restauración, que enfrentó a Portugal con la monarquía española para emanciparse de la misma. En concreto se relaciona con la campaña de Salvaterra, en la que los portugueses cruzaron el Miño y se asentaron en esta villa fronteriza. Para evitar que los lusos iniciaran una invasión del territorio, se protegieron los alrededores de Salvaterra con una serie de construcciones, entre las que se encuentra la de Santiago de Aytona, levantada en el año 1646. Esta debe su nombre al Apóstol Santiago, en cuya festividad se consagró el fuerte, y al Capitán General de Galicia, Don Guillén Ramón de Moncada, Marqués de Aytona.

El Castillo de Aytona colaboró de forma determinante en el asedio de Mançao, ocupado por los gallegos el 7 de febrero de 1659; aunque luego cayó Salvaterra, que había quedado aislada y sin posibilidad de defensa. Una vez reconquistada Salvaterra, el Marqués de Aytona ordenó desmantelar todos los fuertes, incluido el de Aytona, para evitar que pudieran ser utilizados por los portugueses en caso de que cayesen en su poder.