Las mascotas gondomareñas dispondrán de un espacio exclusivo en el centro urbano en los próximos meses. El gran parque lúdico y canino que el Ayuntamiento proyecta desde hace año y medio estará listo antes de que finalice el año. Así lo prevé el gobierno municipal, según explica la concejala de Urbanismo, Iria Lamas, tras salir a concurso el proyecto por 84.920,05 euros.
Se trata de un espacio de recreo de 3.500 metros cuadrados que se ubicará en los terrenos municipales existentes entre la orilla del río Miñor y la urbanización As Garzas, que servirá de punto de partida al futuro paseo fluvial hasta Mañufe por la orilla derecha del cauce, que el gobierno local prevé llevar a cabo con intención de prolongarlo hasta A Ramallosa.
El recinto de ocio, diseñado por el arquitecto Pedro Souto, dispondrá de zona arbolada con merendero y área biosaludable, con elementos para promover el ejercicio entre los vecinos. Pero el protagonismo del espacio se lo llevará el parque canino, que ocupará 2.000 metros cuadrados de terreno, totalmente vallados, en los que se habilitará una zona de "agility", con juegos para que las mascotas también se ejerciten, bebederos y zonas para la higiene.
La empresa que se encargue de las obras tendrá dos meses para terminarlas en cuanto firme el contrato. El tiempo apremia, ya que el proyecto se financiará con una subvención de la Diputación del año pasado. En caso de que no esté terminado antes del próximo 31 de diciembre, el Ayuntamiento podría perder la ayuda económica. La demora de informes de Augas y Patrimonio y la pandemia retrasaron la licitación, señala Lamas, quien asegura que "hay tiempo" para cumplir el plazo.
El nuevo espacio lúdico gondomareño se ubica exactamente donde la Xunta prevé la polémica estación de bombeo por la que ha llevado al Concello a los tribunales. El Ayuntamiento bloqueó por la presión vecinal hace cinco años el sistema de impulsión que Augas de Galicia proyectaba para mejorar la eficacia de la depuradora y reducir la contaminación en A Foz. El organismo autonómico ganó el pleito y logró que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulase la paralización de las obras. La sentencia las considera necesarias para completar el saneamiento. Ahora está pendiente el siguiente proceso judicial en que el ente autonómico prevé reclamar al Concello 2 millones de euros por la pérdida de los fondos europeos con los que iba a financiar el proyecto.
