La organización sin ánimo de lucro Aldeas Infantiles SOS, instalada desde hace 44 años en Redondela donde gestiona un centro de acogida en la parroquia de Ventosela, ha puesto en marcha medidas urgentes para hacer frente a la crisis sanitaria por el coronavirus. Para ello ha diseñado planes de acción inmediata y tiene preparados los protocolos de contingencia necesarios para afrontar cualquier eventualidad, siguiendo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y las disposiciones concretas de Galicia.

En estos momentos, su objetivo principal se centra en asegurar la protección y el bienestar de los 244 niños que crecen en sus programas de protección, tanto en acogimiento familiar como en su Aldea de Redondela. Según explican desde la asociación son niños que han perdido el cuidado de sus padres y cuya guarda y custodia ostenta la organización y los propios acogedores. "Somos una organización de atención directa a niños, jóvenes y familias y, ahora más que nunca, nuestra prioridad es asegurar su protección para que no sufran las consecuencias de esta crisis más que el resto de la población, y a ello estamos dedicando todos nuestros esfuerzos", asegura su presidente, Pedro Puig.

En el marco de los programas puestos en marcha debido al estado de alarma decretado por el Gobierno, Aldeas Infantiles SOS ha elaborado planes de contingencia en los que se incluyen talleres para que los niños y jóvenes entiendan la situación especial que está viviendo el país.

También se han definido protocolos específicos de actuación ante un posible contagio y se ha reservado una de las casas de la Aldea para atender posibles cuarentenas. Para minimizar los riesgos de contagio, los educadores están alargando sus jornadas de trabajo para que haya menos contactos entre personas.

También se está reforzando la comunicación interna entre programas y entre niños y educadores para paliar los efectos del aislamiento, y se está priorizando el cuidado de la salud mental de los niños y jóvenes. El aislamiento puede producir cuadros de estrés y fuertes contrastes emocionales, y los profesionales de Aldeas están focalizándose en minimizar este riesgo.

También se ha habilitado un protocolo especial para reforzar la comunicación no presencial con los niños y sus familias biológicas con el fin de reducir la sensación de ansiedad y aislamiento, además de un seguimiento telefónico individualizado y continuado a los niños y familias acogedoras, previendo acogimientos alternativos en caso de incapacitación de los propios acogedores, ya que en muchos casos son abuelos y abuelas.

Asimismo se continúa con la atención directa a los jóvenes del programa de autonomía y se realiza seguimiento telefónico con los 168 jóvenes de los programas de la organización, que mantiene el contacto permanente con los Servizos Sociais.

Aldeas Infantiles SOS cuenta también en Galicia con diferentes programas de prevención, en los que ofrece apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad para que puedan mejorar sus condiciones de vida y cuidar mejor de sus hijos. A través de ellos, la organización atiende a 76 niños que ahora se ven afectados por el confinamiento.