Los ciudadanos con menos recursos son los que más están sufriendo las consecuencias derivadas del estado de alarma. En muchos casos son personas que viven al día y que necesitan cada céntimo que ganan para poder alimentar a su familia. Es por ello que, con el país paralizado y sin posibilidad de salir a ganarse el pan, entra en juego el papel de los Servicios Sociales municipales, que, aunque sea desde casa, trabajan a pleno rendimiento estos días. Un buen ejemplo es el de Mos, que ya ha identificado a 72 familias necesitadas; un número que ha aumentado desde que estalló la crisis del coronavirus en España.

Pero no solo han incrementado las familias con menos recursos, también son más las personas que se prestan voluntarias para ayudar. Así, si durante todo el año el servicio de voluntariado Mos Axuda cuenta con la labor altruista de ocho jóvenes, Teresa, María, Sara, Iria, Brais, Saray, Andrea y Julio, desde hace unos días se han unido a la causa otras 28 personas, la mayoría también jóvenes. "Cuando surgió este problema solicitamos voluntarios y la respuesta de los jóvenes fue para estar orgullosa", indica la edil de Política Social, Sara Cebreiro, que coordina el servicio de Mos Axuda.

Esta brigada de casi 40 voluntarios comenzará desde mañana a hacer entrega a domicilio de las provisiones que tiene el banco de alimento de Mos Axuda y que cada martes Teresa, María, Sara, Iria, Brais, Saray, Andrea y Julio se encargan de recolectar y clasificar; a los que hay que sumar un lote de 7.500 kilos de alimentos no perecederos donados por Cruz Roja. "Se hará casa por casa para evitar aglomeraciones en el local social y cada voluntario se encargará de repartir en su parroquia", explica Sara Cebreiro.

Esta entrega de suministros se complementará con una tarjeta que se entregará a cada familia para que puedan comprar alimentos frescos. "Se trata de una tarjeta de crédito vinculada al DNI de un miembro del núcleo familiar, por lo que será totalmente anónima y no se identificará al portador como usuario de los Servicios Sociales", asegura la edil de Política Social. La cuantía de cada tarjeta dependerá del número de miembros de cada unidad familiar.

"Está pensado sobre todo para las familias con hijos que comían en el comedor escolar y que, desde el cierre de los centros educativos, se tienen que alimentar en sus respectivas casas, donde escasean los recursos", apunta Sara Cebreiro. El departamento de Servicios Sociales estudia cada caso, para lo cual hay que ponerse en contacto con el teléfono 986.337.278.