La misteriosa desaparición en los últimos días del conocido como "mejor banco del mundo", ubicado en la cima del monte redondelano de Cedeira, ya tiene respuesta. Un vecino de la parroquia, la misma persona que lo había restaurado hace cuatro años, lo ha retirado de nuevo ante el lamentable estado que presentaba para hacer una réplica mucho más resistente.
Los visitantes a este espectacular mirador de la Ría de Vigo podrán volver a disfrutar del popular asiento en un corto plazo de tiempo ya que, según confirmó ayer el autor del nuevo banco, Antonio Sobrado, los trabajos se encuentran muy avanzados. "Había que hacer algo porque el estado que presentaba era de vergüenza debido a los ataques vandálicos", justifica.
Y es que desde hace más de un año se encontraba parcialmente quemado. Primero fue el respaldo, donde se leía el texto "Galiza it's different", y meses después dañaron las tablas del asiento. "La idea era restaurarlo en madera, pero con el estado que presentaba ya no era posible, así que ahora decidí hacer una copia exacta pero metálica. Así ya no podrán volver a plantarle fuego", comenta Sobrado. Para ello ha desmontado el banco original y ha hecho una maqueta con las mismas medidas y formas que le sirve de base para su nueva obra. "Mi intención es respetar al máximo el diseño original de la obra -la hizo en 2015 un carpintero de Trasmañó, José Francisco Peixoto-, así que los visitantes se encontrarán con lo mismo, aunque en vez de madera será de chapa galvanizada", explica.
En los últimos años este lugar se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos del municipio. Desde que se dio a conocer la instalación de la silla sobre una roca de granito desde la que se divisa toda la ría, en un lugar conocido popularmente como "Campo da Rata", la presencia de visitantes es continua, sobre todo los fines de semana.
"No entendemos por qué alguien se dedica a destrozar algo que no hace ningún daño ni causa ningún impacto ambiental, una iniciativa original que ha servido para atraer a mucha gente a la zona para disfrutar de las vistas y del monte", indica Sobrado.
Este popular banco ha sido objeto de ataques casi desde que se instaló hace casi cinco años. Después de que en 2016 fuese arrancado y destrozado, Sobrado recuperó los restos del asiento en las inmediaciones y con ayuda de unos amigos lo restauraron para volver a colocarlo en su lugar. En aquella ocasión reforzaron su estructura con un armazón metálico sellado con tornillos a la roca para evitar que lo arrancasen de nuevo. Pero los vándalos lo quemaron. Ahora confía en que el nuevo, todo de metal, pueda durar más. Al menos el fuego ya no será un enemigo.
