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LOURIÑA

Vecinos de Amieirolongo temen por sus vidas al transitar a pie en el nudo de la N-550 y la A-52

No existen pasos de cebra y los tramos de aceras son discontinuos - El Concello reclama a Fomento la pasarela comprometida en 2014

Personas transitan por el arcén de la N-550, sin tramo de acera y sin paso de peatones para cruzar una salida de la A-52. // A. Hernández.

Tampoco este año se ha construido la pasarela peatonal en Amieirolongo para salvar el nudo de la Nacional 550 y la Autovía A-52. El proyecto se inició en 2014 y en 2016 el Ministerio de Fomento había anunciado una inversión de 130.000 euros para su ejecución pero no se ha llegado a materializar y tampoco existe previsión de ello. Mientras tanto, varios cientos de vecinos que por allí transitan a diario, no solo los habitantes de este barrio mosense de la parroquia de Sanguiñeda sino también los porriñeses de Carracido, siguen temiendo por sus vidas porque observan que el tráfico aumenta y las medidas de seguridad ya no solo mejoran sino que cada vez son menos.

"Es una aventura caminar por la zona", asegura Mercedes Cabaleiro, presidenta de la Asociación de Vecinos de Amieirolongo durante los últimos 14 años. "Llevamos casi una década pidiendo semáforos, pasos de peatones o cualquier otra solución que nos dé seguridad para desplazarnos a pie; llegados a este punto en el que todos son promesas incumplidas estamos estudiando la movilización". Cabaleiro remarca que "ya no solo es un problema para los vecinos sino también para los miles de peregrinos que se encuentran en nudo de carreteras, con un glorieta y con dos entradas y dos salidas de autovía, en donde no existe ningún paso de peatones para cruzar y las aceras no tienen continuidad".

Desde siempre estos vecinos se desplazan caminando al casco urbano de Porriño y ahora también a la zona comercial localizada en el propio barrio que, en los últimos años, ha ido creciendo, con cada vez más establecimientos, lo que atrae además a gente de fuera y, consecuentemente, se genera muchos más tráfico rodado.

A mayores, "muchos conductores para esquivar las retenciones de la N-550 se desvían por un vial paralelo que atraviesa el barrio y por el que transcurre el Camino de Santiago, lo que supone un peligro más para todos los viandantes, ya que se trata de una carretera estrecha, sin apenas arcén ni línea en el medio".

Desde el Concello de Mos han mostrado el apoyo a los vecinos con la aprobación, por unanimidad de todos los grupos políticos y a propuesta de la alcaldesa, de una moción en la que se insta al Ministerio de Fomento a buscar las soluciones pertinentes para subsanar y prevenir estos problemas de seguridad y acometer la pasarela comprometida. La alcaldesa, Nidia Arévalo, y el concejal de Vías y Obras, Camilo Augusto, han anunciado además que "desde el Concello no ponemos límites a esta reivindicación y llegaremos a donde haga falta, estamos dispuesto a organizar movilizaciones si fuese necesario".

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