Ni un rasguño. Una familia con dos niños de corta edad de la parroquia nigranesa de Panxón salió ilesa de una explosión que ocasionó importantes daños a su vivienda. La deflagración se producía en torno a las nueve de la noche en una casa de la calle Tomás Mirambell y hacía saltar por los aires tres paredes exteriores, dejando las correspondientes habitaciones al aire.

Bomberos del GES Val Miñor acudieron al lugar. Según sus primeras impresiones, el siniestro se produjo a causa de una fuga de gas natural en el interior del inmueble. Al parecer, se formó una bolsa que entró en contacto con el fuego de la chimenea y estalló.

La explosión tuvo lugar en el salón, donde estaban los niños, que inicialmente no presentaban ninguna quemadura ni lesión.

Los bomberos se encargaron de ventilar y supervisar la vivienda para evitar que se repitiese el incidente y de retirar objetos personales de la familia, que se marchó a pasar la noche con algún allegado. Por el momento no podrán regresar a su hogar hasta que algún técnico especializado analice si la deflagración afectó a la estructura.

Parte de los cascotes de la fachada fueron a parar a la azotea y la finca de una vivienda próxima y los bomberos procedieron a comprobar que no existían riesgos allí.