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LOURIÑA

11.000 kilómetros para buscar su origen

La inquietud por saber dónde habían nacido sus abuelos llevó a Ricardo Pérez a iniciar un viaje desde la localidad argentina de Cipolleti, en Río Negro, hasta Porriño

Ricardo Pérez, ayer, en la porriñesa fuente del Cristo. // D.P.

"Desde Madrid vine en un tren bastante rápido y desde la ventanilla del convoy vi aparecer Galicia, los primeros valles de la provincia de Ourense, me apoyé al cristal como queriendo devorar el paisaje, las lagrimas me mojaban toda la cara, estaba muy emocionado", así describe su entrada en la comunidad gallega Ricardo Pérez, que después de vivir 59 años en Argentina ha decidido conocer la tierra de sus ancestros para cumplir un sueño infantil.

"Mi madre se fue de Porriño cuando tenía 8 años y no volvió, pero a pesar de ello, Galicia y la cultura gallega estuvo presente en su vida y me la inculcó", dice.

Para Ricardo, junto a la vida, el otro gran regalo que le hizo su madre fue "enseñarme a amar esta tierra", asegura.

Doble nacionalidad

Con doble nacionalidad, este argentino de nacimiento y gallego de corazón, llegó a Porriño hace diez días con la esperanza de encontrar algún familiar, pero se dio de lleno con la dura realidad: Solo pudo ver en el cementerio de Cans la tumba de sus tías abuelas. "Creo que ya no queda nadie más, igual algún familiar lejano, pero no encontré nadie todavía".

Ni siquiera encontró restos de la que fue la casa familiar en su tiempo. "Pudieron haberla derruido para pasar la autovía o para otra cosa, no se donde puede estar", asegura.

Sin otras referencias a Ricardo le queda el haber llegado al lugar de su origen tras recorrer 10.800 kilómetros. Sabe que su familia es oriunda del barrio de A Graña en Cans y apuesta por quedarse en Porriño el resto de su vida. "Seguro que encontraré un trabajo, porque siento que este es mi sitio", dice. Con ese empleo "sin muchas pretensiones" quiere rehacer su vida en la capital del Louro.

Explica que su abuelo, Manuel Pérez David, partió a Argentina en 1935 y su abuela, Balbina Rodríguez Cima, dos años después, llevándose a su madre Elena (8 años) y su tío Pedro, que solo tenía 3 años. A pesar de marcharse de Galicia muy niña "desde muy pequeño mi madre me cantó canciones y me habló repetidas veces de Porriño".

Elena tuvo tres hijos, los otros dos hermanos de Ricardo se han quedado en Argentina y él emprendió su viaje solo. Con el país americano le une un lazo muy especial, el de su hija, que reside en Buenos Aires "y que me apoyó totalmente en este viaje". "Ella siempre supo que quería viajar a Galicia para encontrar el lugar de nuestra familia, de donde partimos, nuestras raíces...", asegura.

Con unos pocos días en Porriño, indica que esta conociendo todo, "Me encanta Porriño y he tenido ya la oportunidad de ver la preciosa ría de Vigo, estoy satisfecho de haber venido... O lo hacía ahora o nunca porque más tarde igual ya no podría. Quería venir y veía como se escapaban los años y no encontraba el momento. Al final lo he logrado, ha sido también un ejercicio de superación, intentar salir adelante y ser mejor persona".

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