La lluvia y el viento fueron ayer los principales enemigos en la conmemoración de la Batalla de Rande, en la que los cañones volvieron a sonar para rememorar la histórica contienda naval acontecida hace más de tres siglos en la ría. Las tropas españolas y francesas, a las órdenes del almirante y general Manuel de Velasco y Tejada y el galo François Louis de Rousselet, conde de Châteaurenault, volvieron ayer a unirse en Rande para defender el valioso cargamento de oro y plata procedentes de Indias frente a la amenaza anglo-holandesa, liderada por el almirante George Rooke.
Cientos de personas no quisieron perderse esta cita histórica que se celebra cada año en el entorno del museo Meirande y, desafiando al mal tiempo, disfrutaron de una fiesta que se consolida cada edición con las teatralizaciones protagonizadas por los propios vecinos del barrio, bajo la dirección profesional de la compañía Keplet T&T. Las obras permitieron a los asistentes realizar un recorrido histórico de los distintos acontecimientos ocurridos hace 317 años en esta zona, animados por ambientación musical con piano y violín. La fiesta, organizada por la Asociación Cultural de Rande y el Concello de Redondela, también ofreció un mercadillo, puestos de gastronomía, talleres infantiles de maquillaje y tatuaje y un espectáculo de animación de la compañía Troula, entre otras propuestas. El mal tiempo solo pudo suspender el desembarco previsto por la tarde.
Otro de los alicientes fue la apertura al público del Centro de Interpretación de la Batalla de Rande (Meirande), que se encontraba cerrado de manera temporal al rematar los contratos de sus trabajadores y no poder restablecerse hasta el próximo mes de enero.
