Cuatro meses ha durado la alianza PSOE-BNG en A Guarda. Con el pacto de gobierno oficialmente roto por el BNG, que en la Comisión de Seguimiento celebrada el lunes le decía al PSOE "ahí tedes as vosas delegacións" y luego presentaba su renuncia en el registro, los cinco concejales socialistas asumirán el mando del Concello guardés en minoría. "Vamos a necesitar conversar con todos los grupos políticos para llegar a acuerdos en beneficio de A Guarda", auguró ayer el alcalde, Antonio Lomba, durante una rueda de prensa en la que explicó cuál es la situación actual del gobierno municipal e hizo un repaso cronológico de las circunstancias que han dejado al PSOE gobernando en solitario con cinco de los diecisiete ediles que conforman la corporación guardesa.

Lomba se defendió de las acusaciones del BNG, que justificó la ruptura del pacto de gobierno debido a las "injerencias del alcalde" con respecto a la planificación de la calle Concepción Arenal. Sobre esto, el regidor local indicó que "en todo momento intenté mantener el acuerdo de gobierno. Solo hice uso de mis atribuciones como alcalde cuando el BNG incumplió lo acordado. Actué siempre en defensa de los derechos de los vecinos y de los compromisos que adquirí con ellos al firmar el acuerdo de gobierno".

Sobre dicho contrato que el PSOE y el BNG firmaron en junio para construir "un gobierno de progreso en A Guarda formado por 10 concejales", Antonio Lomba recordó que "desde el principio la regulación del tráfico por Concepción Arenal representó un punto crítico" y que, para tender puentes, "los dos grupos acordaron respetar las indicaciones del Plan de Mobilidade".

Luego, tras las primeras reuniones de la Comisión de Seguimiento del pacto en la que se concretó la regulación del tráfico y la señalización de la calle, "entendíamos que estaban completamente solventadas las diferencias". Algo que no ocurrió, pues el BNG, encargado del área de Mobilidade, "instaló una señalización provisional que no se correspondía con la que habíamos acordado". "Visto este cambio de criterio hablamos con el BNG en distintas ocasiones para pedirle explicaciones", relató el alcalde socialista.

A partir de ahí se sucedieron las discrepancias dentro del equipo de gobierno PSOE-BNG, unas diferencias que se hicieron públicas en el pleno extraordinario que la corporación celebró el 30 de septiembre, a petición del PP, para hablar de la polémica calle. En dicha sesión, los socialistas conocieron, además, que el BNG pretendía peatonalizar otros viales, "mostrando su intención de no respetar el Plan de Mobilidade al que se hacía referencia en el acuerdo de gobierno".

Por todo ello, dicho pacto está hecho añicos. Los ediles del BNG, que el lunes renunciaban a su sueldo, comenzaron ayer a presentar sus renuncias a las delegaciones de manera individual. Dichas funciones serán asumidas por los concejales socialistas, por lo que el alcalde tendrá que reorganizar en los próximos días un gobierno que soportará el doble de trabajo, ya que pasa de los diez a los cinco ediles.

En lo que atañe a la calle de la discordia, Concepción Arenal, esta será la principal arteriade bajada al puerto para vehículos, con preferencia peatonal en los lugares en los que los peatones convivan con el tráfico rodado.