Las obras de la PO-340, que habilitaron también una senda peatonal junto a la carretera que une A Ramallosa con Gondomar, centraron buena parte del encuentro de la conselleira y el alcalde. González trasladó a Vázquez la preocupación de los vecinos del Camiño do Pisco tras el pintado de una línea continua que les impide girar a la izquierda en la calzada y los obliga a dar un rodeo de algo más de un kilómetro hasta la rotonda de A Ramallosa para desplazarse a Gondomar.
La Xunta plantea una solución para resolver el problema con garantías de seguridad: la creación de una semirotonda a pocos metros del cruce. Según los informes técnicos que maneja la consellería, permitir los giros a la izquierda supondría riesgos para los conductores, sobre todo en verano, ya que las retenciones son constantes en la zona y restan visibilidad.
