Los vecinos del barro chapelano de Angorén tendrán "a corto plazo" un semáforo para cruzar con seguridad la N-552. Así lo garantizó ayer la alcaldesa de Redondela, Digna Rivas, tras mantener una reunión el viernes en Pontevedra con la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, y el jefe de la demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, Ángel González del Río, a quienes transmitió la necesidad de acometer la instalación de medidas de seguridad vial en este tramo de la carretera a la altura del colegio Alexandre Bóveda, un punto en el que los vecinos de la zona llevan años reclamando un semáforo ante el riesgo de atropello.

La regidora le explicó a González del Río que esta infraestructura tan necesaria ya había sido solicitada a su departamento hace dos años por la anterior corporación municipal, "y que a estas alturas seguía sin concretarse". Sin embargo, el jefe de Carreteras asegura que, según los datos facilitados por Fomento, la petición formulada por el anterior gobierno "no cumplía con los requisitos necesarios", por lo que había quedado paralizada.

Ante esta situación, la alcaldesa redondelana le trasladó "la urgente necesidad de su realización", al tratarse de una infraestructura que no solo dará servicio al centro escolar, sino a todo el vecindario de esta zona de Chapela, que tienen que exponerse a diario al peligro que supone cruzar la carretera N-552, que registra una alta densidad de tráfico rodado.

Por su parte, Larriba transmitió a la alcaldesa su disposición para impulsar esta actuación demandada por la comunidad escolar, en el mismo sentido que se expresó González del Río, que garantizó el semáforo se colocaría "en el más breve plazo posible" y acordó analizar la ubicación para instalarlo "en colaboración con los técnicos municipales". Rivas agradeció tanto a la subdelegada del Gobierno como al jefe de la demarcación de Carreteras "su rápida respuesta y su disposición para autorizar la instalación de este semáforo".

Movilizaciones

Los vecinos de la zona iniciaron esta semana una serie de movilizaciones para llamar la atención de las administraciones para reclamar medidas de seguridad vial en la carretera N-552 en la intersección con la subida a Río Frío y la entrada al barrio de Angorén, un punto en el que tienen que jugarse la vida para cruzar al tratarse de una curva con escasa visibilidad y por la que la mayoría de los vehículos que circulan no respetan el límite máximo de velocidad de 50 km/h.

El miércoles, coincidiendo con el arranque del curso escolar, los padres de los alumnos del CEIP Alexandre Bóveda realizaron una "concentración de mochilas" en el arcén de la carretera para simbolizar la reclamación de los niños, que quieren poder llegar a su colegio de forma segura.