La escuela que el Colexio Rural Agrupado (CRA) Antía Cal de Gondomar tiene en Peitieiros ha iniciado el curso con 150 metros cuadrados más de espacio al aire libre y con nuevo cierre. La comunidad de montes de la parroquia ha cedido al Concello la franja de terreno necesaria para ampliar el recinto, que operarios municipales han acondicionado en los últimos días, y colocar una nueva valla metálica de 1,80 metros de altura alrededor.

Así lo indicó ayer el alcalde, Francisco Ferreira, quien asegura que la mejora responde a una vieja demanda de la dirección y de las familias del centro, que en varias ocasiones denunciaron la escasa protección que el anterior cerramiento de apenas 50 centímetros de alto ofrecía a los alumnos, de 3 a 5 años.

Críticas del PP

Las obras se desarrollaron al límite del arranque de las clases y el PP acusó ayer al gobierno local de "por en risco a seguridade dos cativos". Su presidenta, Paula Bouzós, aplaude que se lleven a cabo porque las considera "moi necesarias", pero critica de "outra vez se agardase ao inicio do curso para executalas ás présas e cunha falta absoluta de planificación". La líder de la oposición lamenta la falta de medidas de protección para evitar que los niños entren en contacto con los trabajos y exige al alcalde, que obligue a la empresa a tomar medidas que garanticen la integridad de los pequeños.

El regidor desmiente las acusaciones y asegura que las obras finalizaron "en tempo e forma, pero a petición da dirección do colexio colocamos un sistema de rego automático e sementamos céspede a maiores do previsto". Ferreira lamenta que "o PP estea máis preocupado de facer política que de que os nenos teñan un recinto moto máis grande e mellor".

El regidor agradece a la comunidad de montes que haya posibilitado la mejora. Comuneros y gobierno local firmaron un convenio que obliga al Ayuntamiento a compensar la cesión de los terrenos con la humanización de la parcela contigua, la que se utiliza actualmente como aparcamiento.