Los montes de Couso y los comuneros que las gestionan ya son un modelo internacional a seguir. La ONU los acaba de elegir, junto con una entidad de regantes de la provincia de Granada, para formar parte de su registro de ICCA (Áreas Conservadas por Comunidades Locales, una lista internacional en la que solo se incluyen seis colectivos españoles, entre los que figuran otras cuatro comunidades gallegas, las de Froxán, Covelo, Teis y Vilar de Triacastela.

La superficie forestal de la parroquia gondomareña ha pasado el examen del departamento de Medio Ambiente de Naciones Unidas, que valora especialmente su "ambicioso programa para eliminar especies invasoras como las acacias o el eucalipto de su territorio". El organismo internacional reconoce los convenios de la comunidad de montes de Couso con Verdeval, la asociación local de custodia del territorio, y la Universidade de Vigo, para recuperar espacios degradados.

La comunidad es pionera en la diversificación de usos del monte. Cultiva productos con alta demanda en el mercado como frambuesas y arándanos, que comercializa en fresco o en mermeladas, así como setas shiitake, productos con más valor agregado que los productos forestales tradicionales, según explica el departamento medioambiental de la ONU, que insiste en que los comuneros de Couso han ido reemplazando gradualmente, desde hace cinco años, su masa forestal de especies pirófitas -que facilitan y se benefician de la propagación del fuego- por por árboles de hoja caduca, fundamentalmente autóctonos, como carballos o castaños, que "ofrecen espacios comunes más agradables y son menos propenso a los incendios forestales". Destaca además el próximo proyecto de la entidad gondomareña para recolectar y comercializar castañas.

Todas estas iniciativas definen a la comunidad de montes de Couso como una perfecta ICCA, ya que reúne los requisitos indispensables. Es una comunidad bien definida y vinculada a un territorio, dispone de un sistema propio de gobernanza y arroja un resultado positivo en términos de conservación de la naturaleza. En este caso, presenta una gestión sostenible, con medidas de restauración ambiental y medios de vida para la comunidad que generan empleo, salud y tejido social.

En España la gestión comunal del territorio está muy extendida y en la mayoría de los casos disfruta de una gran vitalidad, apunta el organismo internacional, que cifra en más de millón y medio de hectáreas la superficie forestal administrada por sociedades en España. Solo en Galicia, subraya, hay más de 2.800 montes en mano común, donde ocupan el 25% del territorio.