"El balance es sencillo; después de haber hecho una buena gestión, a nuestro entender, los resultados no son buenos", valoró ayer el alcalde de A Guarda, el socialista Antonio Lomba, sobre las elecciones en las que el Partido Popular le ganó la partida al PSdeG-PSOE, logrando 6 concejales, uno más que la agrupación socialista, que sacó 5 escaños.

Por su parte, el popular Roberto Carrero se mostró satisfecho por haber obtenido el apoyo de más votantes, aunque sin la mayoría absoluta, el candidato del PP sabe que la Alcaldía no está asegurada y que se abre ahora "un nuevo y largo proceso".

Muy cerca del PSOE se quedó el BNG, a solo 84 votos de la formación que lidera Lomba. Los diez escaños que suman socialistas y nacionalistas (con 5 cada uno) permitiría una alianza de izquierdas que arrebataría las posibilidades de gobernar al PP. Sobre esto, Antonio Lomba se ha mostrado dispuesto a establecer relaciones. "Nuestra intención es sentarnos a hablar y ver si somos capaces de llegar a un acuerdo; primero hablar y luego negociar", adelanta Lomba, cuyos resultados han sido peores que en los pasados comicios, perdiendo dos concejales con respeto a 2015.

Esos dos ediles los ganan los nacionalistas. "Son resultados históricos para el BNG en A Guarda. Estamos muy contentos, tenemos que felicitar a todo el equipo", manifestó el cabeza de lista del BNG, Anxo Baz, que también se mostró dispuesto a "hablar con todo el mundo" siendo fiel a las bases de "un proyecto claro y definido".Converxencia Galega mantiene su representante en la corporación con Celso Rodríguez Fariñas.