La segunda fase de humanización de la calle Vilanova, en A Cañiza, ha finalizado y los pasos de peatones existentes en este vial han sido rebajados para que su elevada altura no afectase a la circulación de los vehículos.

La actuación, financiada con 40.000 euros por la Xunta, ha permitido también actuar en la rotonda de O Xamón, en la zona inicial de la calle, reduciendo dos metros su diámetro para facilitar el giro, especialmente de los camiones.

La actuación se realizó entre los puntos kilométricos 0+170 y 0+340 de la PO-406 y permitió también redimensionar las aceras, dotándolas de accesos a los pasos de cebra existentes.

En concreto, se actuó sobre cuatro accesos de dos pasos de cebra y se llevó a cabo una restitución del firme en toda la sección de la calle, lo que permitió reordenar los carriles centrales de espera existentes.

El alcalde cañicense, Miguel Domínguez, explica que después de que el año pasado se humanizase la otra mitad de esta calle "era de justicia que se humanizase también esta parte".

Domínguez analizó ayer el resultado de la obra con el delegado de la Xunta en la provincia, el jefe de la Axencia de Infraestruturas de Pontevedra y responsables de la empresa adjudicataria.