Numerosas personas dieron ayer su último adiós al aparejador de Gondomar, Alfonso Soliño Troncoso, fallecido el viernes a los 58 años de edad.

Soliño era un hombre muy querido en la comarca por su trabajo como artista, pintor y también escultor, destacando varias obras escultóricas suyas, y fue uno de los fundadores del IEM (Instituto de Estudios Miñoranos) "siendo una persona que ha apostado siempre por la recuperación del Patrimonio", indicó el alcalde Paco Ferreira, tras el entierro, visiblemente emocionado.

Durante más de diez años, Soliño elaboró distintas obras para distintos eventos promovidos por el IEM. Es autor de la "Galiña azul", escultura dedicada al libro de Carlos Casares, y ubicada en Gondomar.