Solo cuatro de los nueve policías locales del Concello de Gondomar están operativos. Los cinco restantes se encuentran de baja médica y la situación genera problemas para cubrir los turnos, de manera que se han sucedido en los últimos días los turnos de tarde sin ningún agente en la calle ni en la oficina. Así lo admiten tanto el alcalde, Francisco Ferreira, como el oficial jefe del servicio, Obdulio Iglesias, tras una denuncia pública del grupo municipal de Manifesto Miñor. El regidor asegura que no hay solución a corto plazo para el problema que considera fruto de la "mala sorte". Si con sus cerca de 15.000 habitantes y su plantilla policial al completo el municipio se sitúa en un promedio de 0,6 agentes por cada mil habitantes, muy por debajo de la ratio recomendada por la UE de 1,8, con menos de la mitad de los efectivos ausentes, la cifra cae a 0,2.

Las dificultades del servicio no son nuevas. Eran cuatro las bajas prolongadas en la plantilla y se sumó otra en las últimas semanas, además de despedirse en diciembre los cuatro auxiliares de policía contratados en verano, explica Ferreira, que advierte de que la situación empeorará "porque coa nova lei de xubilacións dos corpos de seguridade marcharán máis axentes". En todo caso, espera poder fichar otros seis auxiliares en breve para "ir tirando" y sacar a concurso tres plazas vacantes el próximo año. La realidad se sitúa muy lejos de su promesa de aumentar el número de efectivos hasta los 15 en este mandato, pero el alcalde mantiene su intención de hacerlo en los próximos años. "O ideal sería que tiveramos un inspector, dous oficiais e doce policías", señala.

Mientras tanto, con los cuatro agentes disponibles, los turnos se organizan con dos o un efectivo de mañana, explica el jefe, y con uno o ninguno por las tardes. Cuando no hay personal, "que só se deu o caso algún día puntual", asegura Iglesias, el teléfono oficial se desvía al suyo y es él mismo quien atiende las llamadas. "Se son urxentes derivamos á Garda Civil ou ao 112 e, se non, acudimos ao día seguinte", indica.

La denuncia de Xosé Antón Araúxo, edil de Manifesto Miñor, incide en que el episodio de precariedad obliga a cerrar el centro neural, espacio público en el que se encuentra la Jefatura, "polo que as instalacións non se poden utilizar por parte de colectivos veciñais e organizacións políticas". Una cuestión que el alcalde no considera un problema "porque hai locais na casa da cultura que se lle deixan a quen os pide".

Araúxo muestra su preocupación además por las carencias de personal del cuartel de la Guardia Civil, que cuenta con 12 efectivos, que solo permiten, según asegura, "ter activa unha patrulla para unha quenda". La Comandancia de Pontevedra rechaza aclarar el asunto y en este caso el alcalde sí está de acuerdo en que "serían necesarios máis gardas para atender Gondomar". Y así se lo solicitará a la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, en una próxima reunión.