La amenaza de desplome se hizo realidad ayer. El último tramo baionés del paseo de A Foz, acotado desde el verano para evitar el acceso de los viandantes por riesgo de derrumbe, acabó por desmoronarse después de más de un año a la espera de reparación. La marisma se tragó una superficie de más de un metro de ancho por unos cincuenta de largo del relleno construido hace décadas y el Concello de Baiona colocó nuevas vallas para evitar que vecinos y visitantes se acerquen al espacio y se produzcan accidentes.

El gobierno municipal detectó los primeros hundimientos hace en torno a dieciocho meses en las proximidades del límite con Nigrán. Los desprendimientos se hicieron visibles ya la pasada primavera. El borde litoral perdió entonces en torno a 15 centímetros y el Ayuntamiento acotó el espacio en verano con una barandilla acorde al entorno para evitar riesgos mientras no llegaban los trabajos para recomponer la senda.

Técnicos del departamento municipal de Urbanismo realizaron un informe que confirma que una parte del firme ha repisado a causa de la acción del mar en los cimientos. El espacio peatonal fue ganado a la marisma y, aunque un muro de contención sostiene el relleno, el agua ha ido degradando la compactación del terreno, que se ha ido deteriorando progresivamente hasta llegar al desmonoramiento de ayer, probablemente ayudado por los últimos temporales. Aquel estudio recomendaba ya entonces actuar "a la mayor brevedad posible", pero la Dirección General de Costas todavía no ha atendido las reiteradas demandas del Concello.

El alcalde, Ángel Rodal, se había reunido con la anterior jefa territorial de Costas antes del cambio de Gobierno central y también se desplazó a Madrid tras la toma de posesión del actual Ejecutivo para reclamar al Ministerio de Medio Ambiente una inspección y evaluación urgente del estado del paseo y una intervención que resuelva el problema.

Al parecer, existe un proyecto de rehabilitación integral de la zona cuyo importe se acerca a los 2 millones de euros, pero "no hay presupuesto para llevarlo a cabo", explica Rodal según las argumentaciones que ha recibido hasta ahora por parte de los dirigentes del Estado.

Ayer mismo, el regidor encargó un nuevo informe a los mismos técnicos acompañado de un atestado de la Policía Local. Documentación que envió de nuevo al organismo estatal para urgir una inspección y la reparación del entorno. "Es un tema vital de seguridad para nosotros y, si hace falta, iremos a Madrid de nuevo para exigir las obras necesarias", manifestó.