Un exhaustivo trabajo de hemeroteca por parte del médico tudense Rosendo Bugarín ha desembocado en la edición del libro "La gripe de 1918 en Tui". La obra, sobre la pandemia que acabó con la vida de más de 50.000 personas en todo el mundo cien años atrás, profundiza en cómo se vivió dicha enfermedad en la ciudad de Tui, donde, por esta causa, murieron en tres meses 69 vecinos y vecinas, es decir, un 1% de la población, que por aquel entonces rondaba los 12.000 habitantes.

Otra gripe, la Gripe A, fue la responsable de la edición de este libro, el cual fue presentado el viernes por la noche en la sala Félix Rodríguez de Área Panorámica. "Hace diez años, cuando estábamos asustados por la Gripe A, me encargaron dar algunas charlas a periodistas para explicarles la enfermedad; a partir de ahí empecé a participar en un consultorio sobre la Gripe A y, documentándome mucho, me interesé por la gripe del 1918", explica Bugarín, cuyo objetivo una vez que decidió escribir este libro fue presentarlo en su centenario.

"Tui no fue uno de los lugares más castigados por aquella gripe, aunque enfermó entre un 20 y un 40 por ciento de la población local", indica. Los datos los pudo encontrar rebuscando en las páginas del diario tudense "La Integridad", aunque también analizó la hemeroteca de otros periódicos como FARO DE VIGO. También fueron de gran ayuda las consultas realizadas en el Registro Civil, donde pudo averiguar que fueron 69 las personas que murieron de dicha gripe en aquella época. "El día que más gente murió fue el 27 de octubre (ayer hizo un siglo), cuando perdieron la vida cinco vecinos", cuenta. Por ello, explica, le hacía ilusión poder hacer coincidir la presentación del libro con el centenario exacto de la virulencia de la pandemia en Tui.

A lo largo de cerca de trescientas páginas, Rosendo también homenajea a los cuatro médicos que por aquel entonces recorrían las parroquias a caballo para visitar a los enfermos en sus casas. Para Rosendo, los médicos Darío Álvarez, Victoriano Bugarín, Alejo Diz y Telmo Fernández "hicieron del acto médico un acto de amor supremo". Los cuatro sobrevivieron a la pandemia, aunque uno de ellos, Darío, sufrió sus síntomas, y otro, Alejo, soportó sus consecuencias, ya que era el alcalde de Tui por aquel entonces y la gripe provocó un gran malestar entre la población.

Por lo demás, aquella gripe no entendía de edades ni de sexos y, en tan solo 24 horas, una persona podía contraer el virus y morir.

Pero, además de la violencia de la enfermedad, una de las cosas que más ha sorprendido al doctor Bugarín es lo mucho que ha cambiado la medicina en solo un siglo. Y como consecuencia, los índices de mortalidad. "Antes moría un niño cada tres días por un simple sarampión o una diarrea", recuerda el médico tudense que, en la página final de su libro no descarta que vuelva a producirse una nueva pandemia como aquella que atemorizó el mundo en 1918.