El proyecto "A Guarda, Mar de Sal" va dando sus frutos. Las excavaciones arqueológicas ya han podido confirmar que las salinas de O Seixal y Camposancos forman parte del mayor complejo de explotación de sal marina documentado de todo el Imperio Romano, el cual estaría formado por más zonas salineras salpicadas a lo largo de la fachada atlántica del noroeste peninsular, emplazadas en Vigo, Cangas, Oia, Viana do Castelo y Marosinhos. Todavía falta saber su cronología exacta, pero el director del proyecto, Brais Currás, asegura que "xa podemos dicir que son romanas e que funcionarían igual que as de Vigo, mediante a evaporación solar".

Precisamente, las salinas de Vigo han tenido un papel importante para llegar a esta conclusión, y es que durante las recientes excavaciones arqueológicas de A Guarda aparecieron las mismas cubetas que emergieron en las salinas de Vigo, descubiertas en 1998 durante los trabajos de construcción de un nuevo centro de salud y que han sido musealizadas en el Centro Arqueolóxico do Areal.

El otro indicio que no deja lugar a dudas sobre su cronología romana son los materiales cerámicos encontrados también durante su excavación, los cuales son parecidos a los hallados en el Monte Santa Trega. Esto deja al descubierto una ocupación sincrónica en el tiempo de ambos espacios. "As salinas de A Guarda foron traballadas ó mesmo tempo que os romanos ocuparon o Trega", anuncia Brais Currás, al mismo tiempo que indica que "creemos que eran as comunidades locais as que traballaban as salinas".

Junto a las salinas de O Seixal y Camposancos, cuyas excavaciones han dejado al descubierto doscientos metros cuadrados de terreno dedicado a la explotación de la sal, los investigadores tienen evidencias de que existen otros dos núcleos de salinas en la costa guardesa. La finalidad de estas era la producción de salazón de pescado, una industria que parece haber tenido una gran importancia durante la época del Imperio Romano.

Según el director del proyecto "A Guarda, Mar de Sal", "todavía queda moito traballo por diante xa que ademáis destas salinas romanas encontramos pequenas piletas irregulares incrustadas nas rochas que semellan prerromanas".

"Rematadas as excavacións continúa o proxecto", comenta Currás. Este consistiría ahora en un estudio científico de las salinas y en la puesta en valor de este patrimonio arqueológico. Mediante dataciones con carbono 14 y con la datación de los pavimentos por termoluminiscencia la investigación podrá afinar la cronología de las salinas guardesas; y a través de la creación de una página web y la instalación de paneles informativos se pondrá en valor esta joya romana que esconde la costa guardesa.