Cuando ya se daba por perdido, reaparece esta semana un petroglifo en el Castro de Troña, descubierto a principios de los años 30 del siglo pasado por el investigador Xurxo Lorenzo. En él se pueden observar, según el testimonio de varios expertos en etnografía, la silueta de dos serpientes, una mayor y otra más pequeña.

Tras más de ocho décadas en el olvido el estudioso Xoan Carnero "Perico" localiza este petroglifo serpentiforme dispuesto horizontalmente en una roca del Castor de Troña. "Perico lo redescubrió en 2005 pero entonces no se llevó a cabo ninguna actuación y se le volvió a perder la pista; tras los incendios y con las labores de limpieza ha vuelto a salir a luz", explica la edil de Cultura de Ponteareas, Hortensia Bautista. Ante este hallazgo, el Concello se pondrá en contacto con los técnicos de Patrimonio de la Xunta para que "lo estudien y lo cataloguen, además de determinar su cronología aproximada".

Existen varios artículos, de 1945 y 1957, en los que se menciona este grabado y que lo definen como "inédito" y "nueva escultura serpentiforme", pues años antes fuera descubierto el conocido popularmente como "petroglifo da serpe", ya catalogado. Estos escritos sitúan esta "doble serpe" en el siglo I, apuntando como fecha más antigua el año del abandono del castro, "algo que resulta evidente por la profundidad del surco", y se indica la técnica "grabada a pico, metálico muy probablemente".

Con este redescubrimiento serían ya seis los petroglifos localizados en este enclave, declarado Bien de Interés Cultural, y que son el "da serpe" y otros dos más, todos ellos ya catalogados por Patrimonio, junto a otros dos y este nuevo que están sin catalogar.