"No voy a permitir que el Gondomar Club de Fútbol, con más de cien años de historia, deje de existir, como si tiene que echar mano del mismo el propio Concello", aseguraba ayer el alcalde, Francisco Ferreira. El regidor y la concejala de Deportes, Nuria Lameiro, buscan voluntarios para formar una nueva directiva y aseguran que "hay gente dispuesta" a salvar la entidad. En todo caso, si finalmente no cuajan los ofrecimientos, afirman que el Ayuntamiento se hará cargo.

Ferreira agradeció el trabajo de la junta que ha dimitido, aunque reprochó al presidente, Alfonso Mandado, "que quisiese utilizar el cargo como trampolín a la política local".

Por su parte, la directiva en funciones emitió ayer un comunicado para aclarar que su compromiso de 4 años con el anterior presidente, el recientemente fallecido exedil Juan González, ha finalizado y que dejan el club con superávit. Señalan que las únicas diferencias con el Concello residen en las promesas incumplidas respecto al césped artificial y que respetan al Gondomar Fútbol Base "igual que a cualquier otro club", pero entienden que "un pueblo como este no debe tener más que un club del mismo deporto, como mínimo debe entenderse como una filialidad, como consta en el convenio".