Cada año son menos los grupos vecinales que logran mantener viva la tradición de las alfombras florales de Corpus en Gondomar. Tan solo hay cinco anotados para confeccionar los tapices que pisará la procesión del día 2 de junio, uno menos que en 2017. "Isto vai caendo ano a ano, a xente non se compromete e acabará desaparecendo", lamenta Irene Pereira, presidenta de la asociación de Mulleres Rurais San Benito, entidad que capitanea a los voluntarios que se esfuerzan por continuar la costumbre en el centro de la villa y que llevan días deshojando en la alameda.

Desde las parroquias, solo se han presentado integrantes de la asociación O Galiñeiro de Vincios, del grupo de gaitas de Couso y del centro cultural de Mañufe a la reunión convocada por el Concello para organizar las tareas la madrugada del domingo de Corpus. Únicamente se ha anotado una entidad deportiva, el Clube de Patinaxe Artístico Gondomar.

Pero el gobierno local sigue empeñado en buscar alfombristas "para evitar que se pierda una costumbre que estuvo tan arraigada", explica la edil de Cultura, Nuria Lameiro, que pide ayuda a todos los colegios y colectivos vecinales, culturales y deportivos. Su departamento otorga 800 euros de ayuda a cada una de las agrupaciones que participan y destina otros 3.000 a la compra de flores para la ocasión, además de proporcionar chocolate y dulces a los colaboradores para reponer fuerzas, pero los incentivos no acaban de calar.