Los vecinos de Cesantes casi tienen que sacar las barcas para caminar por el paseo de la playa. Las fuertes mareas vivas han dejado los últimos días estampas insólitas en esta zona del litoral, donde las olas superaron el paseo marítimo y dejaron completamente cubierta la carretera y los aparcamientos que rodean el arenal de A Punta.

Aunque en la época de mareas vivas es habitual ver cubierta la playa redondelana por el agua, pocos recuerdan un nivel tan alto como el alcanzado el pasado fin de semana, en el que el mar llegó incluso a algunas fincas situadas junto al paseo. El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Cesantes, Clemente Bastos, asegura que en los últimos tiempos nunca vio algo igual. "Fue impresionante, sorprendió a todos porque en los últimos años nunca se vio que la marea alcanzase esa altura. Al coincidir con vientos del norte y bastante oleaje, el mar entró hasta zonas a las que nunca había llegado, con la carretera completamente cubierta, una situación insólita", señala el responsable del pósito.

La presidenta de la asociación de vecinos de Cesantes, Magdalena Ramonet, asegura que la situación le recordó a los tiempos de su infancia, cuando la playa no tenía paseo ni muros, por lo que en la época de mareas vivas era habitual que el mar alcanzase las fincas del entorno. "Es normal que a los jóvenes les impacte lo que ocurrió el fin de semana porque hacía tiempo que no se veía el nivel de la marea tan alto, no es muy frecuente y tienen que coincidir varios factores, como el fuerte oleaje, pero cuando era niña y el arenal no tenía tantos obstáculos como ahora, el mar invadía las fincas en estas épocas de mareas. En la zona del Antolín, donde no había el muro actual, era una situación bastante normal que el oleaje llegara a los terrenos", apunta.

El fuerte oleaje y la altura de la marea durante la pleamar también tuvo consecuencias en el mobiliario, ya que una parte de las nuevas pasarelas de madera instaladas el pasado año para mejorar la accesibilidad de la playa fueron levantadas. Además el arenal quedó cubierto de escombros arrastrados por el mar, como algas, palos y plásticos, al tratarse de una playa de fondo de ría. La Concejalía de Medio Ambiente inició ayer las labores de limpieza tanto de la playa como del paseo, y en los próximos días reparará las pasarelas para que queden a punto para la Semana Santa.