Un imponente "arco da vella" sobre la bahía de Baiona a las 19.15 horas parecía un premio de consolación del cielo ante el sábado aciago de la fiesta de la Arribada. El arco iris -gratis y no sufragado con el presupuesto municipal- absolutamente completo y visible desde muchos rincones de la villa, pasó desapercibido para cientos de los asistentes, que, aún a pesar del mal tiempo, acudieron a la Villa Real para conmemorar la noticia del descubrimiento de América.

La lluvia, que en algunos momentos del día hizo pequeñas paradas, fue una constante durante la jornada, pero, aún así, no frenó la celebración del regreso a 1493 de Baiona. El torneo medieval fue seguido por numerosas personas, que disfrutaron de un espectáculo que no se deslució por la lluvia, aunque los paraguas impidieron que algunos de los asistentes pudieran verlo con toda su grandiosidad. Una representación única, en un escenario natural que envuelve a los presentes y los lleva al medievo, y que con las condiciones climatológicas en contra, no demasiado buenas para las personas que actuaron y representaron el torneo sobre la arena o a lomos de sus caballos, sí llenó de elegancia la fiesta.

La lluvia tampoco asustó a muchas de las personas, vecinos y visitantes, que acudieron a la fiesta con sus trajes medievales, pero muchos se apresuraron a comprar un paraguas. Varios puestos de vendedores de paraguas aparecieron por toda la villa, aunque parte de los presentes ya estaba prevenidos y se los llevaron de casa. Y también, por o a pesar de la lluvia, el público creció en la zona céntrica de bares (parte de la zona del mercado medieval) donde se podía degustar el choripán y otras numerosas delicias gastronómicas, hechas al momento.

Sitios con música, cervezas y cubatas, se veían llenos ya por la tarde, porque la fiesta multigeneracional tiene aspectos que satisfacen a todos y su popularidad hizo que numerosos jóvenes hubieran arribado a la villa el viernes y difícilmente se irán hasta que todo concluya, porque aunque caigan chuzos de punta, la zona de pubs es un buen cobijo.

La animación en las calles comenzó tímidamente por la mañana. Tuvo lugar el desfile medieval por el mercado real, donde ayer se aglutinó la mayor vida de esta fiesta. También hubo público en la exhibición en el Terrario Exótico 'O Centauro' de una pitón albina, una pitón jaguar, una anaconda en la esgrima, en un espectáculo del arte milenario de cetrería, y en otras actividades.

Por otra parte, la Guardia Civil incluyó en sus cometidos para la fiesta una inspección a los animales, comprobando que todo estaba en regla. La fiesta de la Arribada muestra entre sus atractivos, especialmente destinados a los más pequeños, muchos animales vivos, lo que suscita algunas críticas por parte de los animalistas.