Un conducto de hormigón de 92 metros de largo por 2,50 de ancho y 1,50 de alto servirá para poner fin de una vez por todas a las repetidas inundaciones registradas que arrasaron la estación de servicio de Viladesuso e inundaron el tramo de la carretera nacional PO-552 a su paso. Así lo ha asegurado esta mañana la conselleira de Infraestruturas e Vivenda, Ethel Vázquez, durante una visita a las obras de colocación de la tajea gigante que lleva a cabo la Axencia Galega de Infraestruturas.

El proyecto cuenta con una inversión superior a los 110.000 euros y consiste en la canalización del regato, seco en la actualidad, a lo largo de sus últimos 92 metros, con rejas intermedias para contener piedras y ramas y con un sistema de frenado de las aguas para evitar impactos. Según los cálculos de la conselleira, estará listo a finales de este mes.

La Xunta ya había ejecutado diversas obras para poner fin a las crecidas en este punto sin éxito. Ethel Vázquez espera que estas sean las "definitivas".

Para llevarlas a cabo, la propiedad de la estación de servicio ha demolido su túnel de lavado de vehículos, construido sobre el cauce hace décadas.

Desde 2006,han sido varias las riadas que han asolado este punto. La última, hace dos años, bloqueó la única comunicación con Vigo, Baiona y A Guarda, la nacional PO-552, durante 14 horas. Las piedras y el barro cubrieron la calzada e impedían el paso y las labores de retirada se prolongaron.