Ferreira viajó ayer a Santiago para negociar con el director de Augas el pago aplazado de los 500.000 euros que el Concello de Gondomar debe al ente autonómico desde 2006 por proyectos de saneamiento realizados e impagados durante el mandato del exalcalde popular Carlos Silva. Tras conocerse la sentencia que obliga al Ayuntamiento a saldar la deuda, Ferreira propuso a Rodríguez que la Xunta descuente 10.000 euros de los 37.000 que otorga mensualmente a las arcas municipales en concepto de tributos. El organismo estudiará el planteamiento y responderá al alcalde en unos días. En caso de que esta fórmula no sea posible técnicamente, Augas aseguró que aceptará un aplazamiento del pago directo de entre 5 y 10 años a partir de 2017.